2015/08/31

GOTA, ELEVACIÓN DE ÁCIDO ÚRICO, HIPERURICEMIA

Hiperuricemia (Ácido úrico)
La hiperuricemia es el incremento de las concentraciones de ácido úrico en la sangre en ausencia de cualquier otra sintomatología. Es un dato de laboratorio y no una enfermedad.

El ácido úrico es el producto final del metabolismo de unas sustancias llamadas purinas y su formación tiene lugar principalmente en el hígado.

El carácter patógeno (enfermedad) del ácido úrico se debe a la solubilidad relativamente baja en el líquido extracelular.

Las concentraciones en personas sanas oscilan en torno a los 1,200 mg. Por lo tanto, la uricemia (concentraciones de ácido úrico en sangre) es un parámetro que está condicionado por el equilibrio entre la producción y la eliminación de uratos.

En cuanto a su eliminación, el 75% es por la vía urinaria y el 25% restante se elimina a través de las secreciones biliares, del páncreas y gastrointestinales.

Las purinas se pueden encontrar en algunos alimentos y bebidas.

El sobrepeso y la obesidad, así como el consumo en exceso de carne roja (cerdo, res, ternera), vísceras de animales, embutidos, mariscos, garbanzos, lentejas y guisantes, además de bebidas alcohólicas, favorecen la elevación del ácido úrico; de no tratarse oportunamente se convertirá en gota y dañará las articulaciones, y de manera permanente manos y pies.

Sin embargo, se puede evitar la hiperuricemia manteniendo una alimentación saludable que incluya cinco raciones al día de verduras verdes y frutas, cereales, leguminosas y carnes magras en poca cantidad, así como tomar diariamente, por lo menos, dos litros de agua natural y hacer ejercicio físico.

Esto no quiere decir que no se pueda comer ningún alimento de origen animal, sino que se debe escoger aquellos que hacen un menor aporte de purinas al organismo, como carnes sin grasa, o pescado, huevo y sus derivados (raciones máximas de entre 80 y 100 gramos), así como pollo sin piel.

Existe una primera fase de la hiperuricemia, que normalmente se cursa de forma asintomática, cuando los valores de ácido úrico se encuentran por debajo de 9 mg/dl; pero si se deja avanzar, las posibilidades de sufrir gota aumentan significativamente.

Así, con el paso de los años, los síntomas como dolor e inflamación de una articulación, generalmente del pie (dedo gordo, empeine del pie), tobillo y con menos frecuencia la rodilla, son más frecuentes y prolongados, aumentando el peligro de sufrir de litiasis renal; es decir, la formación de piedras en los conductos renales, debido a que el ácido úrico en gran cantidad se “estaciona” en dichos conductos; estos padecimientos afectan principalmente a hombres entre los 30 y 40 años que gustan de comer mucha carne y beber cerveza.

Nefrolitiasis

La litiasis (piedras) por ácido úrico representa entre un 5-10% de todos los tipos de litiasis renal, aunque en algunos países puede llegar a constituir el 75% de todas las litiasis.

La litiasis por ácido úrico aparecen tanto en situaciones de hiperuricemia como en casos de hiperuricosuria en ausencia de hiperuricemia.
t; margin-bottom: 0cm; vertical-align: baseline;">
Los pacientes con gota primaria tienen una incidencia de litiasis renal de un 10-20%; mientras que, en pacientes con gota secundaria la incidencia puede llegar a un 44%.

En la gota primaria, la litiasis puede ser de tres tipos: litiasis de ácido úrico puro (80%), litiasis de oxalato-cálcico (10%) y litiasis mixtas (10%).

Una serie de factores favorecen la aparición de litiasis úrica, los más importantes son:
·       Poco volumen urinario,
·       pH urinario ácido,
·       Grado de hiperuricemia e hiperuricosuria.

Nefropatía aguda por ácido úrico

El término de nefropatía aguda por ácido úrico se refiere a la precipitación de éste en la luz de los túbulos renales, condicionando una nefropatía aguda obstructiva.

Esta situación ocurre cuando se generan grandes cantidades de ácido úrico con la consiguiente hiperexcresión urinaria; es un proceso tratable y reversible.

Las situaciones clínicas más habituales ocurren en el contexto de procesos mielo y linfoproliferativos (cáncer), especialmente tras tratamiento quimioterápicos que condicionan una lisis celular masiva con liberación de grandes cantidades de ácidos nucléicos que se transforman en ácido úrico.

Nefropatía crónica por ácido úrico

El término nefropatía crónica por ácido úrico o nefropatía crónica gotosa se refiere a la nefropatía que acompaña a la gota primaria y se caracteriza por la presencia en el intersticio renal de cristales de urato monosódico.

Gota – plomo – insuficiencia renal

Ya que la hiperuricemia no parece ser la principal responsable de la aparición de insuficiencia renal en pacientes con artritis gotosa, se ha propuesto al plomo ( Pb ) como responsable de ambos por cuanto produce hiperuricemia con episodios de gota y lesión renal con insuficiencia renal.

El ácido úrico en la insuficiencia renal crónica

La elevación del ácido úrico en plasma es un fenómeno universal de la insuficiencia renal, ya que el riñón es su principal vía de eliminación.

No obstante, la cifra del ácido úrico no suele pasar de 10 mg / dl, y si se encuentran cifras más elevadas se debe buscar algún factor sobreañadido que justifique tal elevación.

Ante estos problemas, que limitarán la vida social y laboral de la persona afectada y de quienes le rodean, los expertos recomiendan acudir al médico para pedir asesoría en cuanto a una dieta adecuada a la edad, sexo, actividad física y estilo de vida, con el fin de comenzar una existencia más saludable.

Consejos para evitar la elevación del ácido úrico y también enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas cardiovasculares y ateroesclerosis:
1.              Mantener un peso adecuado con base en una alimentación saludable (cinco raciones de frutas y verduras, y carne con poca grasa)
2.     Cocinar y preparar los alimentos con aceite vegetal o de olivo
3.     Beber dos litros de agua al día
4.     Realizar ejercicio aeróbico de forma constante
5.     Llevar una vida tranquila con el menor estrés posible


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PSICOLOGIA DE LA OBESIDAD