2015/09/10

DOLOR DE CUELLO O CERVICALGIA

DOLOR DE CUELLO O CERVICALGIA
 CONCEPTO
L a cervicalgia es el dolor originado o referido a la columna cervical. Es una causa frecuente de consulta en urgencias y, a pesar de la benignidad de la mayoría de los casos, tiene una elevada morbilidad. Las estructuras involucradas en el dolor cervical son el hueso, los discos intervertebrales, los músculos y los ligamentos.
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA
Las causas de cervicalgia son múltiples, aunque las más frecuentes son la artrosis y la hernia discal. Pueden clasificarse en vertebrales, y referidas o no vertebrales. 1 Vertebrales: Degenerativas: artrosis, espondilosis vertebral. Traumáticas: hernia discal, síndrome del latigazo cervical. Afección de tejidos blandos: fibromialgia, reumatismo psicógeno, tumores, tendinitis. Alteración de la columna cervical: escoliosis, cifosis, hiperlordosis, enfermedad de Shauermann. Inflamatorias: espondilitis anquilosante, artritis crónica juvenil, artritis psoriásica, artritis reumatoide, gota. Tumorales: primarias o metastásicas. Metabólicas: osteoporosis, osteomalacia, enfermedad de Paget. Congénitas o anomalías del desarrollo: síndromes de Down, Marfan, Hunter, Hurler y espina bífida. 2 No vertebrales: enfermedad aórtica, cefalea occipital, enfermedades tiroideas, infección faríngea, etc.
VALORACIÓN DIAGNÓSTICA
Anamnesis Deben investigarse: Antecedentes de traumatismo, sobreesfuerzo, estrés laboral, ritmo de sueño. Cronología y características del dolor. Si el dolor no cede en reposo debe sospecharse un origen inflamatorio, infeccioso o tumoral; si cede con el reposo, la causa del dolor puede ser degenerativa o por afección de tejidos blandos; si, por el contrario, el dolor cede con el reposo, pero se reproduce con determinados movimientos, es de origen mecánico. Localización e irradiación. Puede localizarse a nivel cervical alto, bajo (lo más frecuente) o no estar bien localizado (psicógeno), irradiarse de forma radicular a los miembros superiores (cervicobraquialgia) o a zonas musculares vecinas (contractura). Síntomas acompañantes. La fiebre orienta hacia un origen infeccioso; y un síndrome constitucional (astenia, anorexia, pérdida de peso), hacia una causa tumoral. Exploración física Inspección. Deben observarse la altura y la simetría de los hombros, la posición de las escápulas, las alteraciones de la piel y cifosis anormales. Palpación. Se deben detectar deformidades, puntos dolorosos al presionar la columna cervical con el dedo pulgar o percutir con la mano las apófisis espinosas; es necesario comprobar la musculatura paravertebral para detectar contracturas. Movilidad cervical. Debe explorarse la rotación derecha e izquierda (normal, 90°), la flexoextensión (normal, 70°) y la flexión lateral derecha e izquierda (normal, 45°). Las causas mecánicas limitan la movilidad de forma asimétrica, y al forzar los movimientos aumenta el dolor; las causas infecciosas limitan todos los movimientos, y los cuadros de origen psicógeno no suelen presentar alteraciones de la movilidad.
Exploraciones complementarias urgentes
La radiografía simple es fundamental para el diagnóstico de la afección cervical, si bien, si la cervicalgia es de origen mecánico y sin alteración motora ni sensitiva, no es necesaria ninguna exploración urgente. Si hay déficit motor o sensitivo o se sospecha un origen inflamatorio o traumático, debe solicitarse radiografía simple de columna cervical en proyecciones anteroposterior, lateral, oblicua y lateral forzada. En ellas puede observarse la alineación articular y de los cuerpos vertebrales, signos degenerativos, pérdida de la lordosis fisiológica, los agujeros de conjunción, la presencia de osteófitos y la distancia atloaxoidea. Si el paciente tiene criterios de ingreso, se cursa una hematimetría con fórmula y recuento leucocitarios y una bioquímica sanguínea básica (glucosa, urea, creatinina e iones), así como las exploraciones necesarias en función de la sospecha etiológica, a saber: Gammagrafía ósea, ante la sospecha de neoplasias, osteomielitis, abscesos y fracturas patológicas. Tomografía computarizada cervical o resonancia magnética, si se sospecha discopatía o neoplasia.
 CRITERIOS DE INGRESO
Requieren ingreso hospitalario urgente todos los pacientes con dolor cervical agudo acompañado de radiculopatía motora o mielopatía. Sin embargo, la mayoría de los pacientes pueden recibir el alta, ya que presentan una cervicalgia de origen mecánico, sin afección radicular ni medular, y con una radiografía simple (si es necesaria su realización) normal o con rectificación de la lordosis cervical como única alteración
TRATAMIENTO
 Medidas generales Corrección higiénico-postural. Debe recomendarse: evitar posturas de flexión o rotación mantenidas, descansar con una almohada cervical anatómica en posición fetal o en decúbito supino, usar collarín cervical en los viajes largos, no cargar mucho peso en una mano, etc. Si se sospecha la existencia de una hernia discal o de un esguince cervical traumático, se coloca un collarín cervical, más alto por detrás y con la cabeza en ligera flexión, durante un máximo de 10 días, y se retira progresivamente una vez transcurrido ese tiempo. Aplicación de calor local seco para disminuir el espasmo muscular.
Tratamiento farmacológico Relajantes musculares Se administra uno de los siguientes: Tetrazepam (Myolastan®, comprimidos de 50 mg) en dosis de 50 mg/12 h por vía oral. Tizanidina (Sirdalud®, comprimidos de 2 y 4 mg) en dosis de 2–4 mg/8 h por vía oral. Analgésicos Paracetamol (Efferalgan®, comprimidos efervescentes de 500 mg y 1 g) en dosis de 1 g/6 h por vía oral. Si el dolor no cede, se asocia metamizol magnésico (Nolotil®, cápsulas de 575 mg y ampollas con 2 g) en dosis de 575 mg/8 h por vía oral 2 g/8 h por vía intramuscular; o dexketoprofeno trometamol (Enantyum®, comprimidos y sobres de 25 mg y ampollas con 50 mg), en dosis de 25 mg/8 h por vía oral o 50 mg/ 12 h por vía intramuscular. Si el dolor no cede, puede asociarse a cualquiera de los analgésicos anteriores, tramadol (Adolonta®, cápsulas de 50 mg, supositorios y ampollas con 100 mg) en dosis inicial de 100 mg, que puede repetirse cada 8 h, por vía oral, rectal o intramuscular, hasta un máximo de 400 mg/24 h. Antiinflamatorios no esteroideos Se administra uno de los siguientes: Diclofenaco sódico (Voltaren®, comprimidos de 50 mg, supositorios de 100 mg y ampollas con 75 mg) en dosis de 50 mg/8 h por vía oral, 100 mg/12 h por vía rectal o 75 mg/24 h por vía intramuscular. Naproxeno (Naprosyn®, comprimidos y sobres de 500 mg) en dosis de 500 mg/12 h por vía oral. Corticoides En las cervicobraquialgias pueden ser necesarios esteroides, que pueden sustituir o potenciar la acción de los antiinflamatorios no esteroideos. Se administra dexametasona (Fortecortin®, ampollas de 1 ml con 4 mg y de 5 ml con 40 mg) en dosis inicial de 4 mg (una ampolla de 4 mg o 0,5 ml de la de 40 mg) cada 12 h por vía intramuscular durante 3 días. Esta dosis se reduce progresivamente cada 3 días, hasta la suspensión: 4 mg/24 h por vía intramuscular, 2 mg/24 h por vía oral (Fortecortin®, comprimidos de 1 mg) y 1 mg/24 h por vía oral.

Tratamiento quirúrgico Está indicado en los pacientes con dolor crónico, asociado a radiculopatía o mielopatía, rebelde al tratamiento médico o con síntomas neurológicos progresivos.   

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