DOLOR DE CUELLO O CERVICALGIA
CONCEPTO
L a cervicalgia es el dolor originado o referido a la columna cervical. Es una
causa frecuente de consulta en urgencias y, a pesar de la benignidad de la
mayoría de los casos, tiene una elevada morbilidad. Las estructuras
involucradas en el dolor cervical son el hueso, los discos intervertebrales,
los músculos y los ligamentos.
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA
Las causas de cervicalgia son múltiples, aunque las más frecuentes
son la artrosis y la hernia discal. Pueden clasificarse en vertebrales, y
referidas o no vertebrales. 1 Vertebrales: Degenerativas: artrosis, espondilosis vertebral. Traumáticas:
hernia discal, síndrome del latigazo cervical. Afección de tejidos blandos:
fibromialgia, reumatismo psicógeno, tumores, tendinitis. Alteración de la
columna cervical: escoliosis, cifosis, hiperlordosis, enfermedad de Shauermann.
Inflamatorias: espondilitis anquilosante, artritis crónica juvenil, artritis
psoriásica, artritis reumatoide, gota. Tumorales: primarias o metastásicas.
Metabólicas: osteoporosis, osteomalacia, enfermedad de Paget. Congénitas o
anomalías del desarrollo: síndromes de Down, Marfan, Hunter, Hurler y espina
bífida. 2 No
vertebrales: enfermedad aórtica, cefalea occipital, enfermedades tiroideas,
infección faríngea, etc.
VALORACIÓN DIAGNÓSTICA
Anamnesis Deben investigarse: Antecedentes de traumatismo, sobreesfuerzo,
estrés laboral, ritmo de sueño. Cronología y características del dolor. Si el
dolor no cede en reposo debe sospecharse un origen inflamatorio, infeccioso o
tumoral; si cede con el reposo, la causa del dolor puede ser degenerativa o por
afección de tejidos blandos; si, por el contrario, el dolor cede con el reposo,
pero se reproduce con determinados movimientos, es de origen mecánico.
Localización e irradiación. Puede localizarse a nivel cervical alto, bajo (lo
más frecuente) o no estar bien localizado (psicógeno), irradiarse de forma
radicular a los miembros superiores (cervicobraquialgia) o a zonas musculares
vecinas (contractura). Síntomas acompañantes. La fiebre orienta hacia un origen
infeccioso; y un síndrome constitucional (astenia, anorexia, pérdida de peso),
hacia una causa tumoral. Exploración física Inspección. Deben observarse la altura y la simetría de los
hombros, la posición de las escápulas, las alteraciones de la piel y cifosis
anormales. Palpación. Se deben detectar deformidades, puntos dolorosos al
presionar la columna cervical con el dedo pulgar o percutir con la mano las
apófisis espinosas; es necesario comprobar la musculatura paravertebral para
detectar contracturas. Movilidad cervical. Debe explorarse la rotación derecha
e izquierda (normal, 90°), la flexoextensión (normal, 70°) y la flexión lateral
derecha e izquierda (normal, 45°). Las causas mecánicas limitan la movilidad de
forma asimétrica, y al forzar los movimientos aumenta el dolor; las causas
infecciosas limitan todos los movimientos, y los cuadros de origen psicógeno no
suelen presentar alteraciones de la movilidad.
Exploraciones complementarias urgentes
La radiografía simple es fundamental para el diagnóstico de la
afección cervical, si bien, si la cervicalgia es de origen mecánico y sin
alteración motora ni sensitiva, no es necesaria ninguna exploración urgente. Si
hay déficit motor o sensitivo o se sospecha un origen inflamatorio o
traumático, debe solicitarse radiografía simple de columna cervical en proyecciones
anteroposterior, lateral, oblicua y lateral forzada. En ellas puede observarse
la alineación articular y de los cuerpos vertebrales, signos degenerativos,
pérdida de la lordosis fisiológica, los agujeros de conjunción, la presencia de
osteófitos y la distancia atloaxoidea. Si el paciente tiene criterios de
ingreso, se cursa una hematimetría con fórmula y recuento leucocitarios y una bioquímica sanguínea
básica (glucosa,
urea, creatinina e iones), así como las exploraciones necesarias en función de
la sospecha etiológica, a saber: Gammagrafía ósea, ante la sospecha de neoplasias, osteomielitis, abscesos y
fracturas patológicas. Tomografía computarizada cervical o resonancia magnética, si se sospecha discopatía
o neoplasia.
CRITERIOS DE
INGRESO
Requieren ingreso hospitalario urgente todos los pacientes con
dolor cervical agudo acompañado de radiculopatía motora o mielopatía. Sin
embargo, la mayoría de los pacientes pueden recibir el alta, ya que presentan
una cervicalgia de origen mecánico, sin afección radicular ni medular, y con
una radiografía simple (si es necesaria su realización) normal o con
rectificación de la lordosis cervical como única alteración
TRATAMIENTO
Medidas generales Corrección
higiénico-postural. Debe recomendarse: evitar posturas de flexión o rotación
mantenidas, descansar con una almohada cervical anatómica en posición fetal o
en decúbito supino, usar collarín cervical en los viajes largos, no cargar
mucho peso en una mano, etc. Si se sospecha la existencia de una hernia discal
o de un esguince cervical traumático, se coloca un collarín cervical, más alto
por detrás y con la cabeza en ligera flexión, durante un máximo de 10 días, y
se retira progresivamente una vez transcurrido ese tiempo. Aplicación de calor
local seco para disminuir el espasmo muscular.
Tratamiento farmacológico Relajantes musculares Se administra uno de los
siguientes: Tetrazepam (Myolastan®, comprimidos de 50 mg) en dosis de 50 mg/12 h por vía oral.
Tizanidina (Sirdalud®, comprimidos de 2 y 4 mg) en dosis de 2–4 mg/8 h por vía oral. Analgésicos Paracetamol (Efferalgan®, comprimidos
efervescentes de 500 mg y 1 g) en dosis de 1 g/6 h por vía oral. Si el dolor no
cede, se asocia metamizol magnésico (Nolotil®, cápsulas de 575 mg y ampollas con 2 g) en dosis de 575 mg/8 h
por vía oral 2 g/8 h por vía intramuscular; o dexketoprofeno trometamol (Enantyum®, comprimidos y sobres de
25 mg y ampollas con 50 mg), en dosis de 25 mg/8 h por vía oral o 50 mg/ 12 h
por vía intramuscular. Si el dolor no cede, puede asociarse a cualquiera de los
analgésicos anteriores, tramadol (Adolonta®, cápsulas de 50 mg, supositorios y ampollas con 100 mg) en dosis
inicial de 100 mg, que puede repetirse cada 8 h, por vía oral, rectal o
intramuscular, hasta un máximo de 400 mg/24 h. Antiinflamatorios
no esteroideos Se administra uno de los siguientes: Diclofenaco sódico (Voltaren®, comprimidos de 50 mg,
supositorios de 100 mg y ampollas con 75 mg) en dosis de 50 mg/8 h por vía
oral, 100 mg/12 h por vía rectal o 75 mg/24 h por vía intramuscular. Naproxeno
(Naprosyn®, comprimidos y sobres de
500 mg) en dosis de 500 mg/12 h por vía oral. Corticoides En las cervicobraquialgias
pueden ser necesarios esteroides, que pueden sustituir o potenciar la acción de
los antiinflamatorios no esteroideos. Se administra dexametasona (Fortecortin®, ampollas de 1 ml con 4
mg y de 5 ml con 40 mg) en dosis inicial de 4 mg (una ampolla de 4 mg o 0,5 ml
de la de 40 mg) cada 12 h por vía intramuscular durante 3 días. Esta dosis se
reduce progresivamente cada 3 días, hasta la suspensión: 4 mg/24 h por vía
intramuscular, 2 mg/24 h por vía oral (Fortecortin®, comprimidos de 1 mg) y 1 mg/24 h por vía oral.
Tratamiento quirúrgico Está indicado en los pacientes con dolor crónico, asociado a
radiculopatía o mielopatía, rebelde al tratamiento médico o con síntomas
neurológicos progresivos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario