HIPOACUSIA
Bases para el
Diagnostico
Hay tres tipos
de hipoacusia: de conducción, sensorial y neural. _ Con mayor frecuencia es causada
por un tapón de cerumen o disfunción transitoria de la trompa de Eustaquio
asociada a infecciones de las vías respiratorias superiores, o relacionada con
la edad
Clasificación y
epidemiología A. Hipoacusia de conducción
Este trastorno
se debe a disfunción del oído externo o medio. Hay cuatro mecanismos, cada uno
de ellos da por resultado un deterioro del paso de las vibraciones sonoras al
oído interno: 1) obstrucción (p. ej., tapón de cerumen); 2) carga de masa (como
en el derrame del oído medio); 3) efecto de rigidez (p. ej., otoesclerosis), y
4) discontinuidad (pérdida de continuidad de los huesecillos). La hipoacusia de
conducción en adultos se debe con mayor frecuencia a tapón de cerumen o
disfunción transitoria de la trompa de Eustaquio asociada a una infección de
las vías respiratorias superiores. Si es persistente por lo común la causa es
infección crónica del oído, traumatismo u otoesclerosis; casi siempre se
corrige con tratamiento médico o quirúrgico o, en algunos casos, con ambos.
B. Hipoacusia
sensorial La hipoacusia sensorial derivada del
deterioro de la cóclea por lo general es causada por la pérdida de las células
vellosas del órgano de Corti. Los adultos a menudo padecen hipoacusia
neurosensorial. La forma más frecuente es una pérdida progresiva gradual, sobre
todo de las frecuencias altas, conforme avanza la edad (presbiacusia). Otras
causas frecuentes son la exposición a ruido excesivo, traumatismo encefálico y
enfermedades sistémicas. La constitución genética de un individuo influye en
todas estas causas de hipoacusia sensorial. Esta clase de hipoacusia casi nunca
se corrige con tratamiento médico o quirúrgico, aunque a menudo puede
prevenirse o estabilizarse. Una excepción es la hipoacusia sensorial súbita,
que puede responder a los corticoesteroides si se administran en las semanas
siguientes al inicio. Marchese MR et al. Role of stapes surgery in improving hearing loss
caused by otosclerosis. J Laryngol Otol. 2007 May;121(5): 438–43. [PMID: 17112393]
Rauch SD. Clinical practice. Idiopathic sudden sensorineural hearing loss. N
Engl J Med. 2008 Aug 21;359(8):833–40. [PMID: 18716300] Van Eyken E et al. The
complexity of age-related hearing impairment: contributing environmental and
genetic factors. Audiol Neurootol. 2007;12(6):345–58.
[PMID: 17664866]
C. Hipoacusia
neural Dicho trastorno ocurre con lesiones que
afectan el octavo par craneal, los núcleos auditivos, las vías ascendentes o la
corteza auditiva. Es la causa menos frecuente de hipoacusia identificable en
clínica. Las causas incluyen neuroma acústico, esclerosis múltiple y neuropatía
auditiva.
Valoración de
la audición (audiología)
En una
habitación silenciosa es posible estimar el grado de audición si se pide al
paciente que repita en voz alta palabras que se le presentan con un susurro
suave, una voz de intensidad normal o un grito. Un diapasón para afinación de
512 Hz ayuda a diferenciar la hipoacusia de conducción de la hipoacusia
neurosensorial.
En la prueba de Weber se coloca el
diapasón en la frente o en los incisivos. En las hipoacusias de conducción, el
ruido parece más intenso en el oído con menor audición, en tanto que en la
hipoacusia neurosensorial se irradia al lado con mejor audición. En la prueba
de Rinne se coloca en forma alternada el diapasón en la apófisis mastoides
y frente al meato auditivo.
En las
hipoacusias de conducción, la transmisión ósea excede a la aérea; en las
hipoacusias neurosensoriales sucede lo contrario. Se llevan a cabo estudios
audiométricos formales en una habitación a prueba de ruido. Se obtienen
umbrales de tonos puros en decibeles (dB) en una intervalo de 250 a 8 000 Hz
tanto para la conducción aérea como la ósea. Las hipoacusias de conducción crean
una brecha entre los umbrales aéreo y óseo, en tanto que en las
neurosensoriales disminuyen por igual dichos umbrales. El umbral de la audición
normal es de 0 a 20 dB, que corresponden a la intensidad de un murmullo suave.
Las hipoacusias
leve, moderada, grave y profunda están indicadas por umbrales de 20 a 40 dB
(voz hablada suave), 40 a 60 dB (voz hablada normal), 60 a 80 dB (voz hablada
fuerte), y 80 dB (grito), respectivamente. El estudio de comprensión del habla
mide la claridad de la audición, la cual se informa a manera de porcentaje
correcto (90 a 100% es normal).
El sitio de la
lesión causante de la hipoacusia neurosensorial (cóclea o sistema auditivo
central) puede identificarse mediante respuestas auditivas evocadas del tallo
encefálico. Sin embargo, por lo general se prefieren las imágenes de resonancia
magnética (MRI) porque ofrecen mejor sensibilidad y especificidad para valorar
las lesiones centrales. Todo paciente que se queja de hipoacusia debe enviarse
a valoración audiológica a menos que sea fácil remediar la causa (p. ej., tapón
de cerumen, otitis media). Como algunas formas de hipoacusia súbita no
responden al tratamiento (corticoesteroides) después de varias semanas,
cualquier hipoacusia de inicio nuevo sin alteraciones otológicas evidentes
exige una audiotría inmediata. Se recomienda la detección audiológica
sistemática en adultos que estuvieron expuestos a niveles de ruido
potencialmente nocivos y para los que tienen 65 años de edad, después de lo
cual pueden practicarse valoraciones de detección cada pocos años. Halpin C et al. Clinical implications of a
damaged cochlea: pure tone thresholds vs information-carrying capacity. Otolaryngol
Head Neck Surg. 2009 Apr;140(4):473–6. [PMID: 19328332]
_
Rehabilitación
de la audición
Los pacientes
con hipoacusia que no se corrige con tratamiento médico suelen beneficiarse con
amplificadores de la audición. Los auxiliares para la audición actuales no
producen distorsión significativa y se han miniaturizado hasta el punto que es
posible introducirlos por completo en el meato auditivo. A fin de optimizar el
beneficio, debe seleccionarse en forma cuidadosa un auxiliar de la audición que
se ajuste a la naturaleza de la hipoacusia.
En la actualidad
hay auxiliares digitales para la audición, programables, que optimizan la
inteligibilidad del habla y ofrecen un mejor funcionamiento en circunstancias
en las que es difícil escuchar. Además de los auxiliares auditivos, hay muchos
dispositivos de asistencia que mejoran la comprensión en situaciones
individuales y de grupo y que ayudan a escuchar programas de televisión, radio,
y mejoran la comunicación telefónica.
En el caso de individuos con hipoacusia de
conducción o neurosensorial unilateral profunda, el auxiliar auditivo anclado
al hueso utiliza un poste oscilante que se incrusta en la mastoides y estimula
en forma directa la cóclea ipsolateral (para hipoacusia de conducción) o el
oído contralateral (hipoacusia unilateral profunda). Para personas con
hipoacusia sensorial profunda, el implante coclear (un dispositivo electrónico
que se implanta de manera quirúrgica en la cóclea para estimular el nervio
auditivo) ofrece rehabilitación auditiva para la mayor parte de los adultos con
sordera adquirida, lo cual favorece su vida social. Las tendencias más
recientes en los implantes cocleares incluyen su empleo en pacientes con
sordera sólo parcial, lo que conserva la audición residual y permite la
audición acústica y eléctrica en el mismo oído, así como el implante coclear
bilateral.
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