INFECCIONES
HOSPITALARIAS
INFECCIONES
HOSPITALARIAS
Se definen como
infecciones intrahospitalarias aquellas que no estaban presentes o en proceso
de incubación al momento del ingreso al hospital, y que se presentan 48 a 72 h
después de éste. _ El lavado de manos es el método eficaz para prevenir infecciones
intrahospitalarias; debe efectuarse de manera sistemática, incluso cuando se
utilizan guantes.
Generalidades
En Estados Unidos, casi 5% de los pacientes que ingresa al
hospital sin infeccion adquiere una de tipo nosocomial, con prolongacion
consecuente de la estancia hospitalaria, aumento del costo de la atencion,
morbilidad importante y una tasa de mortalidad de 5%.
Las infecciones mas frecuentes son las de vias urinarias, por lo
general vinculadas con el uso de sondas de Foley o procedimientos urologicos;
bacteriemia, a menudo por cateteres a permanencia, pero tambien procedentes de
sitios secundarios, como heridas quirurgicas, abscesos, neumonia, aparato
genitourinario y tubo digestivo; neumonia en enfermos intubados o con estados
de conciencia alterados; infecciones de la herida quirurgica, infecciones por Staphylococcus aureus resistente a meticilina y colitis por Clostridium difficile. Algunos principios generales son utiles para prevenir,
diagnosticar y tratar infecciones hospitalarias:
1. Muchas infecciones son
resultado del uso de dispositivos de vigilancia o tratamiento con penetracion
corporal, como cateteres intravenosos, sondas de Foley, derivaciones, drenes
quirurgicos, cateteres colocados por radiologia intervencionista para drenaje,
sondas nasogastricas y sondas bucotraqueales o nasotraqueales para apoyo
ventilatorio. El retiro temprano de tales dispositivos aminora la posibilidad
de aparicion de infecciones. 2. Por lo general, los pacientes que presentan
infecciones hospitalarias se encuentran graves, su hospitalizacion ha sido
prolongada y han recibido varios ciclos de antibioticoterapia de gran espectro.
Como resultado, las infecciones hospitalarias son a menudo originadas por
microorganismos resistentes a numerosos farmacos y difieren de las
extrahospitalarias. Por ejemplo, S. aureus y S. epidermidis (causa frecuente de infeccion del dispositivo protesico) son a
menudo resistentes a nafcilina y cefalosporinas, por lo cual es necesario el
tratamiento con vancomicina; Enterococcus
faecium es
resistente a la ampicilina y la vancomicina; las infecciones gramnegativas
causadas por Pseudomonas, Citrobacter, Enterobacter, Acinetobacter y Stenotrophomonas pueden ser resistentes a
la mayor parte de los antibacterianos. Al elegir el antibiotico para el
tratamiento del paciente grave con una infeccion hospitalaria, se deben tomar
en consideracion los antecedentes antimicrobianos y la “ecologia local”. En
pacientes graves, se recomienda la proteccion de amplio espectro con
vancomicina y carbapenem, con o sin aminoglucosido. Una vez que se aisla el
agente patogeno y se conoce su sensibilidad, puede usarse el farmaco de
espectro mas estrecho, menos toxico y mas rentable. El uso extendido de
antimicrobianos contribuye a la seleccion de los microorganismos resistentes al
tratamiento, aunque se debe hacer lo posible por limitar el espectro de
cobertura y la duracion innecesaria. Con mucha frecuencia se obtienen muestras
para cultivo no confiables o sin posibilidad de interpretacion, que dan lugar
al uso innecesario de antibioticos.
2. El mejor ejemplo de ese
principio es el diagnostico de infeccion del torrente sanguineo o relacionada
con el cateter en pacientes febriles (vease la informacion mas adelante). A fin
de evitar el uso innecesario de antibioticos, se deben considerar de manera
cuidadosa los resultados del cultivo. Un cultivo positivo de herida quirurgica
sin signos de infeccion o inflamacion o de esputo sin infiltrados pulmonares en
la radiografia de torax, al igual que un urocultivo positivo en el paciente con
sonda sin signos ni sintomas de pielonefritis, posiblemente representen
proliferacion mas no infeccion. _
Manifestaciones
clínicas A. Signos y síntomas
Las infecciones generadas por cateteres tienen un cuadro clinico
variable que depende del tipo de cateter utilizado (periferico o venoso
central, con o sin conducto interno). Los signos locales de infeccion pueden
presentarse en el sitio de insercion, con dolor, eritema y secrecion purulenta.
La fiebre suele estar ausente en infecciones no complicadas; cuando se
encuentra presente, tal vez indique afectacion mas diseminada, como
bacteriemia, celulitis y tromboflebitis infecciosa. Casi nunca hay signos de
infeccion en el sitio de insercion.
1. Fiebre en el paciente de la unidad de cuidados intensivos. La fiebre complica hasta
70% de los sujetos en las unidades de cuidados intensivos; su causa puede ser
infecciosa o no infecciosa. Las causas infecciosas frecuentes incluyen las
generadas por cateteres, neumonia adquirida en el hospital y vinculada con el respirador
(cap. 9), asi como septicemia e infecciones de heridas quirurgicas y de vias
urinarias. En estos casos, la sinusitis clinicamente grave es rara de forma
relativa. Una causa importante no infecciosa es la enfermedad tromboembolica.
La fiebre junto con hipotension resistente al tratamiento y choque sugiere
septicemia; sin embargo, la insuficiencia suprarrenal, la crisis tiroidea y la
reaccion transfusional pueden tener presentacion clinica similar. La fiebre por
farmacos es dificil de diagnosticar; por lo general, se establece mediante
diagnostico de exclusion, a menos que haya otros signos de hipersensibilidad,
como exantema maculopapular usual.
2. Fiebre en el paciente después de intervención quirúrgica. En estos individuos, la
fiebre es muy frecuente y en muchos casos se resuelve de manera espontanea. Las
causas son infecciosas y no infecciosas. El momento de aparicion de la fiebre
en relacion con la intervencion quirurgica y su naturaleza pueden ayudar al
diagnostico.
A. Fiebre inmediata (en las primeras horas tras la intervención
quirúrgica). Esta quiza se deba a farmacos administrados en el periodo
perioperatorio, el traumatismo de la intervencion quirurgica o infecciones
preexistentes. En ese periodo, puede ocurrir fascitis necrosante por estreptococos
del grupo A o presencia de microorganismos mixtos. La hipertermia maligna es
inusual y aparece 30 min a varias horas despues de la anestesia por inhalacion
y se caracteriza por hipertermia extrema, rigidez muscular, rabdomiolisis,
anomalias de electrolitos e hipotension. Los principales recursos terapeuticos
son el enfriamiento intensivo y dantroleno. La aspiracion de contenido gastrico
acido durante la intervencion quirurgica puede ocasionar neumonitis quimica
(sindrome de Mendelson) que surge con rapidez, pero es transitoria y no
requiere antibioticos. La fiebre por traumatismo quirurgico suele desaparecer
en dos a tres dias; necesita mas tiempo en casos mas complicados y en pacientes
con traumatismos craneoencefalicos.
B. Fiebre aguda (en la semana posterior a la intervención
quirúrgica). La fiebre aguda suele deberse a causas comunes de infecciones
hospitalarias, como neumonia por el respirador (incluida la neumonia por
aspiracion en pacientes con disminucion del reflejo nauseoso) e infecciones por
el cateter. Las causas no infecciosas incluyen privacion de alcohol, gota,
embolia pulmonar y pancreatitis. La atelectasia consecutiva a una intervencion
quirurgica se ha mencionado a menudo como causa de fiebre posoperatoria, pero
no hay evidencia solida que apoye una relacion causal entre la presencia o el
grado de atelectasia y la fiebre.
C. Fiebre subaguda (al menos una semana después de la intervención
quirúrgica). Las infecciones de la herida quirurgica por lo general se
presentan al menos una semana despues de la intervencion. El tipo de cirugia
realizada predice determinadas causas infecciosas. Los pacientes sometidos a
intervenciones quirurgicas cardiotoracicas pueden tener mas riesgo de neumonia
e infecciones superficial y profunda de la herida quirurgica esternal. La
meningitis sin datos comunes de meningismo puede complicar las intervenciones
neuroquirurgicas. Las cirugias abdominales quiza causen abscesos abdominales
profundos que requieren drenaje.
B. Datos de laboratorio Se recomiendan los hemocultivos en todos los casos y con
frecuencia se obtienen radiografias de torax. Tal vez sean utiles la tincion de
Gram del esputo y los cultivos semicuantitativos del mismo material en
pacientes seleccionados cuando hay probabilidad de neumonia antes de la prueba,
pero los multiples criterios de exclusion limitan la generalizacion en la
mayoria de los pacientes. Se establecen otras medidas diagnosticas de acuerdo
con el contexto clinico (p. ej., ecocardiografia transesofagica en un sujeto
con bacteriemia por S. aureus). Cualquier proceso febril en un paciente
con cateter central colocado es indicacion para obtener una muestra de sangre.
El mejor metodo para
valorar la bacteriemia consiste en hacer al menos dos cultivos de sangre
periferica. El hemocultivo obtenido de un origen no identificado, un
hemocultivo simple de cualquier sitio o el hemocultivo conseguido a traves de
un cateter suelen ser positivos para S. epidermidis, por lo que la
vancomicina es inapropiada. A menos que se obtengan cultivos de dos sitios
separados de venipuncion (no a traves de cateteres), es imposible interpretar
los resultados y se administra un tratamiento innecesario. Toda
“seudobacteriemia” de ese tipo eleva los costos de laboratorio, el consumo de
antibioticos y la duracion de la hospitalizacion.
En ocasiones es util el estudio microbiologico del cateter
retirado, pero solo cuando se lleva a cabo ademas de (no en lugar de)
hemocultivos a partir de muestras de sitios perifericos. El tiempo diferencial
hasta la positividad mide la diferencia del tiempo en que se tornan positivos
los cultivos obtenidos de manera simulta nea a traves del cateter y de un sitio
periferico. Una prueba positiva (casi 120 min de diferencia en tiempo) apoya la
presencia de infeccion del torrente sanguineo relacionada con el cateter, en
tanto que un resultado negativo puede permitir la conservacion del cateter en
su sitio. _
Complicaciones Es posible que los pacientes con bacteriemia persistente febriles
a pesar del retiro del cateter infectado presenten complicaciones, como
tromboflebitis infecciosa, endocarditis o focos metastasicos de infeccion (en
particular por S. aureus). Esta indicado realizar otros estudios, como
Doppler venoso, ecocardiografia transesofagica, radiografias de torax y, en
algunos casos, deben administrarse antibioticos durante cuatro a seis semanas.
En el caso de tromboflebitis infecciosa, tambien se recomienda la
anticoagulacion con heparina, si no hay contraindicaciones. _
Diagnóstico diferencial
Aunque casi todas las fiebres se deben a infecciones, 25% de los
pacientes tiene fiebre de origen no infeccioso, incluida la causada por
farmacos, hematomas, pancreatitis, embolia pulmonar, infarto del miocardio y
enfermedad isquemica intestinal, asi como la posoperatoria inespecifica (por
dano histico o necrosis). _
Prevención
Las precauciones universales destacan que se trate a todos los
pacientes como si tuvieran una enfermedad de origen hematologico con potencial
de transmision; por tanto, todas las secreciones corporales se atienden con
cuidado para evitar la diseminacion de la enfermedad. Es preciso el aislamiento
de las sustancias corporales, lo cual obliga a usar guantes siempre que el
trabajador de atencion a la salud prevea contacto con sangre o secreciones.
Aunque se utilicen guantes, los trabajadores de la atencion de la salud deben
lavar sus manos de manera sistematica, ya que es el metodo mas eficaz y el modo
mas facil de evitar enfermedades hospitalarias. Es facil la aplicacion de un
antiseptico de secado rapido a partir de alcohol, requiere menos tiempo que el
lavado de manos usual con agua y jabon, es mas eficaz para disminuir la
proliferacion de microorganismos de las manos y promueve el cumplimiento con la
descontaminacion manual. Los cateteres intravenosos perifericos deben cambiarse
cada tres dias y los arteriales cada cuatro. Los cateteres centrales (incluidos
los colocados en venas perifericas) se pueden dejar de forma indefinida y se
cambian o retiran cuando hay sospecha clinica de infeccion, dejan de funcionar
o ya son innecesarios. Se recomienda utilizar metodos de barrera esteriles
(como gorro, cubrebocas, ropa, guantes y campos) durante la introduccion del
cateter venoso central. La sonda de Foley impregnada con aleaciones de plata
reduce la frecuencia de bacteriuria y los cateteres venosos impregnados con
antibioticos (minociclina con rifampicina o clorhexidina con sulfadiazina de
plata) aminoran las infecciones del cateter y la bacteriemia. Las canulas
endotraqueales revestidas de plata disminuyen la frecuencia de neumonia
transmitida por el respirador. Si es rentable, debe establecerse el uso de esos
dispositivos en instituciones especificas. A partir de 2008, Medicare ha
incluido las infecciones por cateter urinario y por cateter intravenoso como
situaciones no reembolsables. La administracion perioperatoria de clorhexidina
en unguento intranasal y enjuague bucofaringeo disminuye la incidencia de
infeccion despues de la intervencion quirurgica. El bano diario de los
pacientes de la unidad de cuidados intensivos con toallas humedas impregnadas
con clorhexidina (en sustitucion de agua y jabon) puede atenuar el riesgo de
infecciones sanguineas relacionadas con el cateter. La descontaminacion
selectiva del aparato digestivo con antibioticos no absorbibles o por via
parenteral evita la neumonia hospitalaria y reduce la mortalidad. Para prevenir
las infecciones hospitalarias, son muy importantes los cuidados de enfermeria
(cambios de posicion para evitar las ulceras por decubito, cuidados de las heridas,
elevacion de la cama durante la alimentacion por sonda para prevenir la
aspiracion). Asimismo, es primordial que los epidemiologos del hospital vigilen
las areas de alto riesgo. En algunas instituciones se recomienda incluso llevar
a cabo un estudio rapido de deteccion en busca de Staphylococcus aureus resistente
a meticilina cuando ingresan ciertos sujetos al hospital (p. ej., individuos
recien hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos, pacientes sometidos
a hemodialisis). Sin embargo, no se sabe si esta medida reduce la frecuencia de
infecciones hospitalarias por Staphylococcus aureus resistente a
meticilina. Otra medida complementaria importante es la aplicacion de vacunas,
como la de hepatitis A, hepatitis B, varicela, neumococo y gripe (vease mas
adelante la seccion Inmunizacion contra enfermedades infecciosas). _
Tratamiento A. Fiebre en el paciente de la unidad de cuidados intensivos A menos que el enfermo
tenga una lesion neurologica central con elevacion de la presion intracraneal o
temperatura >41°C, hay menos necesidad fisiologica de mantener la eutermia.
Se recomiendan los antibioticos de amplio espectro utilizados de forma empirica
(como se senalo antes) en pacientes con neutropenia e inmunodepresion, asi como
en los que se encuentran inestables desde el punto de vista clinico.
B. Infecciones
causadas por catéteres Algunos de los factores que influyen en las decisiones
terapeuticas son el tipo de cateter, el microorganismo causal, la
disponibilidad de vias alternas para introducir el cateter, la necesidad de una
via intravascular constante y la gravedad de la enfermedad. En general, los
cateteres deben retirarse si hay secrecion purulenta en el sitio de salida; si
el microorganismo corresponde a S. aureus, bacilos gramnegativos o Candida;
si hay bacteriemia persistente (>48 h, en tanto se administran antibioticos)
o si hay complicaciones, como tromboflebitis infecciosa, endocarditis u otra
enfermedad metastasica. Los cateteres venosos centrales pueden cambiarse sobre
un alambre guia, siempre y cuando no haya eritema ni secrecion purulenta en el
sitio de salida y el paciente no tenga aspecto septico. El microorganismo
patogeno mas comun es el estafilococo negativo a la coagulasa resistente a la
meticilina; por tanto, se debe administrar tratamiento empirico con
vancomicina, 15 mg/kg al dia por via intravenosa cada 12 h, siempre y cuando la
funcion renal sea normal. En los pacientes con inmunodepresion o en los sujetos
graves, se puede administrar una cobertura empirica contra gramnegativos
(cuadro 30-9). La duracion del tratamiento antimicrobiano depende del
microorganismo patogeno y la gravedad de la afectacion. En la bacteriemia no complicada, suelen
ser suficientes cinco a siete dias para los estafilococos negativos para la
coagulasa, incluso si se conserva el cateter original. En general, se
recomiendan 14 dias de tratamiento para la bacteriemia por bacilos
gramnegativos, Candida y S. aureus no complicada. La
antibioticoterapia “lock” consiste en la instilacion de concentraciones
supraterapeuticas de antibioticos con heparina en la luz de los cateteres. El
proposito es lograr concentraciones adecuadas de antiboticos para matar a los
microorganismos en el plastico. La antibioticoterapia “lock” puede
usarse en infecciones septicas por cateter, causadas por estafilococos
negativos para coagulasa o enterococos y cuando hay que mantener el cateter en
una situacion de salvamento
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