LESIONES
PIGMENTARIAS
NEVOS
MELANOCÍTICOS (lunares normales)
Por lo regular, un nevo
benigno es una lesión pequeña (<6 mm) bien circunscrita con un borde
bien definido y una coloración beige o rosa a pardo oscuro. La exploración
física es más importante que el interrogatorio. Los nevos tienen una evolución
normal. En el primer decenio de vida del paciente, aquéllos suelen aparecer
como lesiones pardas, pequeñas, planas. Se llaman nevos de unión porque
las células de la lesión se encuentran en la unión de la epidermis y la dermis.
Durante las dos décadas siguientes, estos nevos crecen de tamaño y con
frecuencia se elevan, lo cual indica la aparición de un componente dérmico, que
da lugar a un nevo compuesto (fig. 6-1). Los nevos pueden oscurecerse y
crecer durante el embarazo. A medida que los pacientes caucásicos pasan a su
séptimo y octavo decenios de edad, casi todos los nevos pierden su componente
de unión y pigmentación. No obstante, en todas las etapas de la vida, los nevos
normales deben estar bien delimitados, ser simétricos y tener un contorno y
color uniformes.
NEVOS
ATÍPICOS
El término “nevo
atípico” ha sustituido al de “nevo displásico”. El diagnóstico de nevos
atípicos se establece por medios clínicos y no con un estudio histopatológico,
y los nevos sólo deben extirparse si se sospecha que son melanomas. Desde el
punto de vista clínico, estos nevos son grandes (6 mm de diámetro o mayores)
con un borde irregular, mal definido y con pigmentación heterogénea (fig. 6-2).
Se estima que 5 a 10% de la población estadounidense tiene uno o más nevos
atípicos. Los estudios definieron un riesgo mayor de melanoma en las poblaciones
siguientes: individuos con 50 nevos o más, con uno o más nevos atípicos, nevo
que mide más de 8 mm de tamaño y enfermos con unos cuantos a muchos nevos que
sin duda son atípicos. Estos pacientes deben recibir orientación y ser
vigilados de manera periódica (por lo general cada seis a 12 meses). Los
antecedentes de melanoma familiar (múltiples nevos atípicos y un antecedente
familiar fuerte) ameritan una atención incluso más rigurosa, ya que el riesgo
de generar melanomas simples o incluso múltiples en estos sujetos se aproxima a
50% alrededor de los 50 años de edad.
NEVOS
AZULES
Los nevos azules
son lesiones pequeñas, un poco elevadas, de color negro azuloso (fig. 6-3); son
frecuentes en personas de origen asiático y un solo individuo puede tener
varios de ellos. Si no muestran alteraciones durante muchos años, estas
lesiones pueden considerarse benignas, ya que son infrecuentes los nevos azules
malignos. Sin embargo, pápulas y nódulos de color azuloso- negruzco nuevos o
que aumentan de tamaño deben valorarse para descartar un melanoma nodular
PECAS Y
LENTIGOS
Las pecas
(efélides) y los lentigos son manchas pardas planas. Las pecas aparecen por
primera vez en preescolares, se oscurecen con la exposición a la luz
ultravioleta y palidecen cuando cesa la exposición al sol. En adultos, los
lentigos aparecen en forma gradual en áreas expuestas al sol, sobre todo el
dorso de las manos, parte superior de la espalda y parte superior del pecho, a
partir del cuarto o quinto decenio de edad. En la parte superior de la espalda
pueden tener borde irregular (lentigos en mancha de tinta). No se desvanecen
cuando se suspende la exposición solar. Las pecas han de valorarse como todas
las lesiones pigmentadas: si la pigmentación es homogénea y son simétricas y planas,
es muy probable que sean benignas. Pueden tratarse con tretinoína tópica al
0.1%, tazaroteno al 0.1%, 4-hidroxianisol al 2% con 0.01% de tretinoína,
tratamiento con láser y crioterapia.
QUERATOSIS
SEBORREICA
Ésta consiste en
placas benignas, de color beige a pardo o incluso negro, de 3 a 20 mm de
diámetro, con superficie aterciopelada o verrugosa (fig. 6-4). Las lesiones
parecen pegadas o pintadas en la piel. Son en extremo frecuentes (sobre todo en
las personas de edad avanzada) y pueden confundirse con melanomas u otros tipos
de neoplasias cutáneas. Aunque es posible congelarlas con nitrógeno líquido o
rasparse si causan prurito o están inflamadas, no requieren tratamiento
MELANOMA
MALIGNO
Puede ser plano
o elevado. _ Debe sospecharse
en cualquier lesión cutánea pigmentada con cambio reciente del aspecto. _ La exploración con buena luz
puede mostrar colores variables, como rojo, blanco, negro y azuloso. _ Los bordes suelen ser irregulares.
mily: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Generalidades
El melanoma
maligno es la principal causa de muerte por enfermedad de la piel. Existen
alrededor de 62 000 casos de melanoma en Estados Unidos cada año, 35 000 en
varones (representan 5% de todos los cánceres en varones) y 27 000 casos en
mujeres (representan 4% de todos los cánceres en mujeres). Uno de cada cuatro
casos de melanoma ocurre antes de los 40 años de edad. La supervivencia general
para los melanomas en personas de raza blanca se ha elevado de 60% entre 1960 y
1963 hasta 91% en la actualidad, sobre todo por la detección más temprana de
las lesiones. El factor aislado más importante para el pronóstico es el espesor
del tumor. Los índices de supervivencia a 10 años (en relación con el espesor
en milímetros) son como sigue: mayor de 1 mm, 95%; 1 a 2 mm, 80%; 2 a 4 mm,
55%, y mayor de 4 mm, 30%. Cuando aparecen metástasis en los ganglios
linfáticos, la supervivencia a cinco años es de 30%; si surgen metástasis a
distancia, aquélla es menor de 10%. _
Manifestaciones
clínicas
Los melanomas
malignos primarios pueden clasificarse en varios tipos clinicohistológicos,
como melanoma lentigo maligno (elcual surge en la piel de individuos de edad
avanzada que se han expuesto al sol de manera prolongada); melanoma maligno
superficial diseminado (66% de éstos aparece en piel expuesta al sol de modo
intermitente); melanoma maligno nodular; melanoma lentiginoso acral (surge en
las palmas de las manos, las plantas de los pies y los lechos ungueales);
melanomas malignos en mucosas. Las características clínicas de las lesiones
pigmentadas con sospecha de melanoma son un borde irregular elevado en el cual
parece escapar el pigmento hacia la piel normal circundante; así como una
topografía que puede ser irregular, es decir, en parte elevada y en parte plana
(figs. 6-5 y 6-6). Hay variación del color, y los colores rosa, azul, gris,
blanco y negro son indicaciones para enviar al paciente con un especialista.
Una mnemotecnia útil es la regla del ABCD: “ABCD = asimetría, borde
irregular, color variegado y diámetro mayor de 6 mm”. Puede
añadirse “E” de evolución. El antecedente de modificación de un nevo
(evolución) es la razón aislada de mayor importancia para la valoración y el
envío con un especialista. La hemorragia y la ulceración constituyen signos de
mal pronóstico. Un nevo que destaca entre otras lesiones similares requiere
estudio especial: “signo del patito feo”. Un paciente con un gran número de
nevos tiene, por estadística, un riesgo mayor de melanoma y amerita una
exploración cuidadosa y periódica, en particular si las lesiones son atípicas.
Siempre es apropiado enviar con el especialista a los individuos con lesiones
pigmentadas sospechosas. Si bien el melanoma superficial diseminado es en gran
parte una enfermedad de caucásicos, las personas de otros grupos étnicos tienen
el riesgo de padecer otros tipos de melanoma, en particular el lentiginoso
acral. Aquéllos aparecen como lesiones oscuras, en ocasiones con forma
irregular, en las palmas de las manos y las plantas de los pies y como estrías
longitudinales de pigmentación oscura nuevas, con frecuencia amplias y
solitarias en las uñas. A veces es difícil diagnosticar el melanoma lentiginoso
acral porque las lesiones pigmentadas benignas de las manos, los pies y las
uñas ocurren muchas veces en individuos de pigmentación oscura, y algunos
médicos dudan de tomar biopsias de las palmas de las manos, las plantas de los
pies y los lechos ungueales. Como resultado, suele retrasarse el diagnóstico
hasta que el tumor se ha tornado evidente desde el punto de vista clínico e histológicamente
grueso. Los médicos deben prestar especial atención a lesiones nuevas o
cambiantes en estas áreas. La dermoscopia (uso de un dispositivo de
amplificación especial para valorar lesiones pigmentadas) ayuda a seleccionar
anomalías sospechosas que requieren biopsia. En manos expertas, la
especificidad es de 85% y la sensibilidad de 95%. _
Tratamiento
Éste consiste en
la extirpación del melanoma. Después del diagnóstico histológico, suele
eliminarse de nuevo el área con márgenes indicados por el grosor del tumor. Las
neoplasias delgadas de riesgos bajo e intermedio sólo requieren márgenes
conservadores de 1 a 3 cm. De manera más específica, se recomiendan márgenes
quirúrgicos de 0.5 cm en el melanoma in situ y de 1 cm para lesiones
menores de 1 mm de espesor. La biopsia del ganglio linfático centinela
(linfadenectomía selectiva) con gammagrafía de ganglio linfático en el
preoperatorio y mapeo linfático transoperatorio, permite establecer la etapa en
individuos con melanoma con riesgo intermedio sin adenopatía clínica, y se
recomienda en todos los enfermos con lesiones mayores de 1 mm de espesor o
características histopatológicas de alto riesgo. Es indipensable enviar a los
enfermos con riesgo intermedio y alto a centros especializados en melanomas.
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