2015/08/26

Sabes que es la Hematuria?

HEMATURIA  
 Las hematurias macroscópica y microscópica deben ser objeto de valoración. _ Deben obtenerse imágenes de las vías urinarias superiores y es necesario practicar cistoscopia si existe hematuria en ausencia de infección  
Generalidades
 El origen en las vías urinarias superiores (riñones y uréteres) puede identificarse en 10% de los casos en pacientes con hematuria macroscópica o microscópica. Entre las causas en las vías superiores, la litiasis constituye el 40%; los trastornos médicos renales (riñón con médula esponjosa, glomerulonefritis, necrosis papilar) 20%; el carcinoma de células renales 10%; y el carcinoma de células uroteliales del uréter o la pelvis renal 5%.
 La administración de fármacos y los trastornos médicos concomitantes aportan indicios diagnósticos. Debe identificarse el consumo de analgésicos (necrosis papilar), ciclofosfamida (cistitis química), antibióticos (nefritis intersticial), presencia de diabetes mellitus, rasgo o drepanocitosis (necrosis papilar), antecedente de litiasis o neoplasias malignas. En las vías inferiores el origen de la hematuria macroscópica (en ausencia de infección), casi siempre se debe a carcinoma de células uroteliales de la vejiga.
 La causa más común de hematuria microscópica en el varón es la hiperplasia prostática benigna.
 La presencia de hematuria en pacientes que reciben anticoagulantes no puede adjudicarse a la anticoagulación; está indicada la valoración completa que consiste en imágenes de las vías superiores, cistoscopia y citología urinaria. En el capítulo 39 se revisan los aspectos relacionados con cáncer vesical, cánceres de uréter y pelvis renal, carcinoma de células renales y tumores renales y testiculares. _
 Manifestaciones clínicas A. Signos y síntomas
En presencia de hematuria macroscópica, la descripción del momento en que aparece (inicial, terminal, total) puede proporcionar datos sobre la localización de la enfermedad. Deben investigarse síntomas relacionados (p. ej., cólico renal, síntomas de irritación durante la micción, síntomas generales). La exploración física debe enfocarse en los signos de enfermedad sistémica (fiebre, exantema, linfadenopatía, masas pélvicas o abdominales), así como en los signos de enfermedad renal (hipertensión, sobrecarga de volumen). La valoración urológica puede demostrar crecimiento prostático, una masa en el flanco o alteraciones uretrales.
B. Datos de laboratorio
Los estudios de laboratorio iniciales incluyen examen general y cultivos de orina. La proteinuria y los cilindros sugieren un origen renal. Los síntomas de irritación durante la micción, bacteriuria y cultivo urinario positivo en la mujer indican infección urinaria, pero es importante el examen general de orina como seguimiento después del tratamiento para asegurar la resolución de la hematuria.
La valoración adicional incluye citología urinaria y es útil para el diagnóstico de neoplasias vesicales.
 C. Imagenología
Las imágenes de las vías superiores (casi siempre tomografía computarizada [CT, computed tomography] abdominal y pélvica, con y sin medio de contraste) permiten identificar neoplasias del riñón o uréter, además de trastornos benignos como urolitiasis, uropatía obstructiva, necrosis papilar, riñón con médula esponjosa o poliquistosis renal. La urografía mediante CT y la MRI han remplazado a la urografía intravenosa para obtener imágenes de vías superiores en la búsqueda del origen de la hematuria. No está clara la utilidad de la valoración ecográfica de las vías urinarias en caso de hematuria. Aunque puede ofrecer suficiente información sobre el riñón, su sensibilidad para reconocer alteraciones ureterales es menor. Además, se requiere un operador experimentado.
D. Cistoscopia
La cistoscopia es útil en la valoración de neoplasias vesicales o uretrales, crecimiento prostático benigno y cistitis química o por radiación. En caso de hematuria macroscópica, lo ideal es practicar la cistoscopia cuando aún continúa la hemorragia activa a fin de permitir una mejor localización (es decir, lateralizar a uno de los costados de las vías superiores, vejiga o uretra).
 Seguimiento En los individuos con resultados negativos en la valoración, está indicado repetir los estudios para no pasar por alto un tumor maligno; empero, no está definida la frecuencia ideal de estas valoraciones.
 El estudio citológico urinario puede repetirse en tres a seis meses, y la cistoscopia y los estudios de imagen de las vías urinarias superiores después de un año.

_ Cuándo referir En ausencia de infección, la hematuria (sea macroscópica o microscópica) exige valoración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PSICOLOGIA DE LA OBESIDAD