Aneurisma
intracraneal
Generalidades
Los aneurismas
saculares (aneurismas “en cereza”) se presentan casi siempre en las
bifurcaciones arteriales y de forma múltiple (20% de los casos) y por lo
regular son asintomáticos. Suelen vincularse con enfermedad poliquística renal
y coartación de la aorta. Los factores de riesgo para la formación de
aneurismas incluyen tabaquismo, hipertensión, e hipercolesterolemia. La mayoría
de los aneurismas se localiza en la porción anterior del polígono de Willis, en
especial en las arterias comunicantes anterior y posterior, en la bifurcación
de la arteria cerebral media, así como en la bifurcación de la arteria carótida
interna.
La complicación
más notable de estos aneurismas es la hemorragia subaracnoidea, la cual se describió
en la sección anterior. Un mayor riesgo para hemorragia subaracnoidea se
relaciona con edad avanzada, género femenino, grupo étnico no caucásico,
hipertensión, tabaquismo, alto consumo de alcohol (rebasar el consumo de 150 g
por semana), síntomas previos, aneurismas localizados en la circulación
posterior y aneurismas de gran tamaño. _
Manifestaciones
clínicas
Signos y
síntomas
Los aneurismas
pueden causar un déficit neurológico focal al comprimir estructuras adyacentes.
Sin embargo, casi todos son asintomáticos o generan síntomas inespecíficos
hasta que se rompen, momento en que aparece la hemorragia subaracnoidea. Las
manifestaciones, las complicaciones y el tratamiento se describieron en la
sección previa.
Imagenología El estudio definitivo es por angiografía (estudios bilaterales de
las carótidas y las arterias vertebrales), el cual por lo regular indica el
tamaño y el sitio de la lesión, en ocasiones revela múltiples aneurismas y
puede incluso mostrar espasmo arterial si ya se presentó una rotura. La
visualización por CT o angiografía por resonancia magnética no son métodos
adecuados si se está considerando tratamiento quirúrgico, ya que las lesiones
quizá sean múltiples o tan pequeñas que no podrían apreciarse correctamente con
estas técnicas. _ Tratamiento El principal objetivo del
tratamiento es prevenir la hemorragia. Las medidas terapéuticas de la rotura de
los aneurismas se presentaron en la sección de hemorragia subaracnoidea. Los
aneurismas sintomáticos, pero aún intactos, ameritan un pronto tratamiento, ya
sea quirúrgico o por medio de técnicas endovasculares, mientras que los
aneurismas pequeños y asintomáticos descubiertos por casualidad deben vigilarse
con arteriografía y corregirse sólo si se incrementa su tamaño más allá de 10
mm.
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