2015/08/31

Lesiones traumáticas de las cuerdas vocales Verdaderas

 Lesiones traumáticas de las cuerdas vocales Verdaderas

Los nódulos de las cuerdas vocales verdaderas (pliegues vocales) son lesiones lisas en pares que se forman en la unión del tercio anterior y los dos tercios posteriores de las cuerdas vocales verdaderas.
Son causas frecuentes de disfonía como resultado de abuso de la voz. En adultos, se denominan “nódulos de cantante”; en niños “nódulos de gritón”.
El tratamiento requiere modificar los hábitos de voz y está indicado referir a un terapeuta del lenguaje. Casi todos los nódulos verdaderos se resuelven con modificaciones de la conducta, pero aquellos resistentes al tratamiento pueden ser indicación para ablación quirúrgica.
A menudo se encuentran otras enfermedades como pólipos o quistes. Los pólipos de las cuerdas vocales verdaderas son tumoraciones unilaterales que se forman en la lámina propia superficial de las cuerdas vocales verdaderas. Se relacionan con los traumatismos vocales y se observan después de la resolución de hemorragia de los bordes de dichas cuerdas.
 Los pólipos pequeños sésiles pueden mostrar resolución con medidas conservadoras como reposo vocal y corticoterapia, pero los de mayor tamaño suelen ser irreversibles y necesitan que se les extirpe por métodos quirúrgicos para que se restaure la voz normal. Los quistes de las cuerdas vocales verdaderas se consideran lesiones traumáticas de los mismos y son quistes verdaderos con recubrimiento epitelial o seudoquistes.
Por lo general se originan a partir de glándulas excretoras de moco sobre el borde inferior de las cuerdas vocales verdaderas. El tamaño de los quistes puede variar de una semana a otra y causar grados variables de disfonía. Rara vez se resuelven por completo y pueden dejar un surco o una cicatriz sobre las cuerdas vocales verdaderas si se someten a descompresión o a marsupialización. Dichas cicatrices pueden ser una causa frustrante de disfonía permanente.
La corditis polipoide es diferente de los pólipos de las cuerdas vocales verdaderas y puede formarse a partir de la pérdida de fibras de elastina y debilitamiento de las uniones intracelulares en el interior de la lámina propia.
 Este debilitamiento permite la hinchazón de la matriz gelatinosa de la lámina propia superficial (lo que se conoce como edema de Reinke).
Tales cambios en las cuerdas vocales verdaderas tienen una fuerte asociación con tabaquismo, pero también con el abuso de la voz, exposición a irritantes químicos industriales e hipotiroidismo. El problema es frecuente en varones y mujeres fumadores, pero las mujeres parecen tener más problemas por la disminución característica en el tono de la voz ocasionada por el incremento del volumen de las cuerdas vocales verdaderas.
 Si los hábitos se modifican o si las lesiones causan estridor u obstrucción de las vías respiratorias, podría estar indicada la resección quirúrgica de la mucosa hiperplásica de dichas cuerdas a fin de mejorar el flujo de aire y la voz. Una causa frecuente a menudo no identificada de disfonía y odinofonía son las úlceras por contacto y los granulomas, neoformaciones muy similares.
 Los dos tipos de lesiones se forman en las apófisis vocales de los cartílagos aritenoides y la persona a menudo señala con precisión al médico el lado afectado. No hay acuerdo en cuanto a la causa de úlceras y granulomas, pero guardan una relación muy cercana con traumatismos y pudieran provenir de la exposición del pericondrio subyacente.
A menudo aparecen después de intubación y muestran resolución a muy breve plazo. Las úlceras o los granulomas crónicos se han vinculado con reflujo gastroesofágico, pero también son frecuentes en individuos con disfonía por tensión muscular.
El tratamiento suele ser múltiple y el fármaco más eficaz posiblemente sea un corticoesteroide inhalado (como fluticasona a razón de 440 μg dos veces al día. Como complementos terapéuticos están los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, 40 mg ingeridos dos veces al día o su equivalente) y medidas foniátricas en que se preste atención particular a la higiene de la voz. Algunos casos poco comunes pueden ser rebeldes y persistentes sin el tratamiento adecuado. Rara vez se necesita la extirpación quirúrgica, si es que alguna vez se requiere, en caso de lesiones no obstructivas
Leucoplasia laríngea

 La leucoplasia es una causa frecuente de disfonía crónica, que se presenta más a menudo en fumadores. En casi todos los casos se aconseja laringoscopia directa con biopsia. El examen histológico suele demostrar displasia leve, moderada o grave. En algunos casos se observa carcinoma epidermoide invasor en la biopsia inicial. La interrupción del tabaquismo puede revertir o estabilizar la displasia leve o moderada. Un cierto porcentaje de pacientes (calculado en menos de 5% de aquellos con displasia leve y de casi 35 a 60% en individuos con displasia grave) padece más tarde carcinoma epidermoide. Las opciones terapéuticas incluyen vigilancia estricta con laringovideoestroboscopia, resección seriada y radioterapia de haz externo. A pesar de su costo y la falta de datos para su empleo en el tratamiento de la leucoplasia, los inhibidores de la bomba de protones se han convertido en el principal tratamiento para estas lesiones.

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