Lesiones
traumáticas de las cuerdas vocales Verdaderas
Los nódulos de las cuerdas
vocales verdaderas (pliegues vocales) son lesiones lisas en pares que se forman
en la unión del tercio anterior y los dos tercios posteriores de las cuerdas
vocales verdaderas.
Son causas frecuentes de
disfonía como resultado de abuso de la voz. En adultos, se denominan “nódulos
de cantante”; en niños “nódulos de gritón”.
El tratamiento requiere
modificar los hábitos de voz y está indicado referir a un terapeuta del
lenguaje. Casi todos los nódulos verdaderos se resuelven con modificaciones de
la conducta, pero aquellos resistentes al tratamiento pueden ser indicación
para ablación quirúrgica.
A menudo se encuentran otras
enfermedades como pólipos o quistes. Los pólipos de las cuerdas vocales
verdaderas son tumoraciones unilaterales que se forman en la lámina propia
superficial de las cuerdas vocales verdaderas. Se relacionan con los
traumatismos vocales y se observan después de la resolución de hemorragia de
los bordes de dichas cuerdas.
Los pólipos pequeños sésiles pueden mostrar
resolución con medidas conservadoras como reposo vocal y corticoterapia, pero
los de mayor tamaño suelen ser irreversibles y necesitan que se les extirpe por
métodos quirúrgicos para que se restaure la voz normal. Los quistes de las
cuerdas vocales verdaderas se consideran lesiones traumáticas de los mismos y
son quistes verdaderos con recubrimiento epitelial o seudoquistes.
Por lo general se originan a
partir de glándulas excretoras de moco sobre el borde inferior de las cuerdas
vocales verdaderas. El tamaño de los quistes puede variar de una semana a otra
y causar grados variables de disfonía. Rara vez se resuelven por completo y
pueden dejar un surco o una cicatriz sobre las cuerdas vocales verdaderas si se
someten a descompresión o a marsupialización. Dichas cicatrices pueden ser una
causa frustrante de disfonía permanente.
La corditis polipoide es
diferente de los pólipos de las cuerdas vocales verdaderas y puede formarse a
partir de la pérdida de fibras de elastina y debilitamiento de las uniones
intracelulares en el interior de la lámina propia.
Este debilitamiento permite la hinchazón de la
matriz gelatinosa de la lámina propia superficial (lo que se conoce como edema
de Reinke).
Tales cambios en las cuerdas
vocales verdaderas tienen una fuerte asociación con tabaquismo, pero también
con el abuso de la voz, exposición a irritantes químicos industriales e
hipotiroidismo. El problema es frecuente en varones y mujeres fumadores, pero
las mujeres parecen tener más problemas por la disminución característica en el
tono de la voz ocasionada por el incremento del volumen de las cuerdas vocales
verdaderas.
Si los hábitos se modifican o si las lesiones causan
estridor u obstrucción de las vías respiratorias, podría estar indicada la
resección quirúrgica de la mucosa hiperplásica de dichas cuerdas a fin de
mejorar el flujo de aire y la voz. Una causa frecuente a menudo no identificada
de disfonía y odinofonía son las úlceras por contacto y los granulomas,
neoformaciones muy similares.
Los dos tipos de lesiones se forman en las
apófisis vocales de los cartílagos aritenoides y la persona a menudo señala con
precisión al médico el lado afectado. No hay acuerdo en cuanto a la causa de
úlceras y granulomas, pero guardan una relación muy cercana con traumatismos y
pudieran provenir de la exposición del pericondrio subyacente.
A menudo aparecen después de
intubación y muestran resolución a muy breve plazo. Las úlceras o los
granulomas crónicos se han vinculado con reflujo gastroesofágico, pero también
son frecuentes en individuos con disfonía por tensión muscular.
El tratamiento suele ser
múltiple y el fármaco más eficaz posiblemente sea un corticoesteroide inhalado
(como fluticasona a razón de 440 μg dos veces al día. Como complementos
terapéuticos están los inhibidores de la bomba de protones (omeprazol, 40 mg
ingeridos dos veces al día o su equivalente) y medidas foniátricas en que se
preste atención particular a la higiene de la voz. Algunos casos poco comunes
pueden ser rebeldes y persistentes sin el tratamiento adecuado. Rara vez se
necesita la extirpación quirúrgica, si es que alguna vez se requiere, en caso
de lesiones no obstructivas
Leucoplasia
laríngea
La leucoplasia
es una causa frecuente de disfonía crónica, que se presenta más a menudo en
fumadores. En casi todos los casos se aconseja laringoscopia directa con
biopsia. El examen histológico suele demostrar displasia leve, moderada o
grave. En algunos casos se observa carcinoma epidermoide invasor en la biopsia inicial.
La interrupción del tabaquismo puede revertir o estabilizar la displasia leve o
moderada. Un cierto porcentaje de pacientes (calculado en menos de 5% de
aquellos con displasia leve y de casi 35 a 60% en individuos con displasia
grave) padece más tarde carcinoma epidermoide. Las opciones terapéuticas
incluyen vigilancia estricta con laringovideoestroboscopia, resección seriada y
radioterapia de haz externo. A pesar de su costo y la falta de datos para su
empleo en el tratamiento de la leucoplasia, los inhibidores de la bomba de
protones se han convertido en el principal tratamiento para estas lesiones.
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