LESIONES
ULCEROSAS DE LA BOCA
Gingivitis
ulcerosa necrosante (boca de trinchera, infección de Vincent)
La gingivitis ulcerosa
necrosante a menudo es causada por una infección por espiroquetas y bacilos
fusiformes y es frecuente en adultos jóvenes bajo estrés (a menudo al momento
de la exploración). Diversas enfermedades sistémicas subyacentes también
predisponen a este trastorno. En forma clínica se detecta inflamación gingival
aguda, dolorosa y necrosis, con frecuencia con hemorragia, halitosis, fiebre y
linfadenopatía cervical. Suelen ayudar los enjuagues de peróxido calientes a
mitad de la potencia y penicilina por vía oral (250 mg cada 8 h por 10 días).
Quizá se requiera raspado dental gingival
Úlcera aftosa
(úlcera gangrenosa, estomatitis ulcerosa)
Las úlceras
aftosas son muy frecuentes y fáciles de reconocer. Aún no se conocen con
seguridad sus causas aunque se ha sugerido una asociación con herpesvirus
humano 6. Se observan en mucosa no queratinizada (p. ej., mucosa vestibular y
labial y no en las encías ni en el paladar), pueden ser únicas o múltiples y
por lo general recurrentes y se presentan como una ulceración redonda pequeña dolorosa
(casi siempre de 1 a 2 mm pero en ocasiones son de 1 a 2 cm) con centros
fibrinoides amarillo grisáceos rodeados por halos rojos (fig. 8-7). La etapa
dolorosa es de siete a 10 días; la cicatrización es completa en un periodo de
una a tres semanas.
El tratamiento es inespecífico. Al parecer,
los corticoesteroides tópicos (acetónido de triamcinolona, 0.1%, o ungüento de
fluocinonida, 0.05%) en una base adherente proporcionan alivio sintomático.
Otros tratamientos tópicos cuya eficacia se ha demostrado en estudios clínicos
controlados son diclofenaco al 3% en hialuronano al 2.5%,
doximicina-cianoacrilato, enjuagues bucales que contienen las enzimas
aminoglucosidasa y glucosa oxidasa, y amlexanox al 5% en pasta bucal. También
se ha administrado con éxito un ciclo de prednisona de disminución gradual
durante una semana (40 a 60 mg/día).
El tratamiento de mantenimiento con cimetidina
puede ser útil en pacientes con aftas recurrentes; en pacientes positivos a VIH
se ha utilizado talidomida en forma selectiva para dicho trastorno. Las áreas
más grandes o persistentes de estomatitis ulcerosa pueden ser secundarias a
eritema multiforme o alergias farmacológicas, herpes simple agudo, pénfigo,
penfigoide, liquen plano ampolloso, enfermedad de Behçet o enteropatía
inflamatoria. En ocasiones, puede presentarse carcinoma epidermoide en esta
forma. Cuando el diagnóstico no es claro, está indicada una biopsia incisional.
Estomatitis
herpética
La
gingivoestomatitis herpética es frecuente, leve y dura poco tiempo; la mayoría
de los adultos no requiere ninguna intervención. Sin embargo, en personas con
mala respuesta inmunitaria a menudo se reactiva una infección por virus
de
herpes simple y puede ser grave. Las manifestaciones clínicas consisten en
ardor al inicio, seguido por vesículas pequeñas típicas que se rompen y forman
costra. El aciclovir (200 a 800 mg cinco veces al día por siete a 14 días)
suele acortar la evolución y reduce el dolor posherpético. El diagnóstico
diferencial incluye estomatitis ulcerosa (véase antes), eritema multiforme,
chancro sifilítico y carcinoma. En niños menores de seis años se observan con
mayor frecuencia lesiones causadas por Coxsackievirus (úlceras amigdalinas y
palatinas blanco grisáceas de herpangina o úlceras vestibulares y labiales en
la enfermedad de mano-pie-boca).
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