BASES PARA EL DIAGNOSTICO
Ancianos,
en particular personas hipermétropes.
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_ Inicio rápido de dolor intenso
y pérdida visual profunda
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con “halos
alrededor de las luces”.
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_ Ojo hiperémico, opacidad
corneal, pupila dilatada.
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_ Ojo duro a la palpación
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Generalidades
El glaucoma de ángulo
cerrado agudo primario aparece únicamente
cuando se ocluye el ángulo
de la cámara anterior, que ya
estaba angosto, y entre los
factores predisponentes para que surja
tal problema están
envejecimiento, por agrandamiento del cristalino;
hipermetropía y factores
hereditarios, porque tal anomalía
es particularmente
prevalente en asiáticos y esquimales (inuits).
Puede ser desencadenado por
la dilatación de la pupila y a veces
aparece cuando la persona
se sienta en un teatro oscuro, en lapsos
de estrés, durante la
aplicación de anticolinérgicos o simpaticomiméticos
a un solo ojo (como serían
broncodilatadores nebulizados,
atropina como medicamento
preoperatorio, antidepresivos,
antiespasmódicos de
intestino o vejiga, descongestivos
nasales o tocolíticos) o en
contadas ocasiones, por midriasis farmacológica
(véase Precauciones en el
tratamiento de trastornos
oculares, más adelante). El
glaucoma de ángulo cerrado agudo
secundario puede observarse
en la uveítis anterior, luxación del
cristalino o tratamiento
con topiramato. Los síntomas son los
mismos que en el glaucoma
agudo de ángulo cerrado primario,
pero es importante
diferenciarlo por las variaciones en el tratamiento.
El glaucoma crónico de
ángulo cerrado es común en Asia
oriental y se presenta en
la misma forma que el glaucoma de ángulo
abierto (véase más
adelante).
_ Manifestaciones clínicas
Los pacientes con glaucoma
agudo buscan tratamiento de inmediato
por dolor intenso y visión
borrosa, aunque hay casos subagudos.
La visión borrosa se
acompaña de halos que se observan alrededor
de las luces. Es posible
que ocurran náusea y dolor abdominal. El
ojo está hiperémico, la
córnea opaca y la pupila muestra dilatación
moderada y sin respuesta a
la luz. La presión intraocular suele ser
mayor de 50 mmHg y causa
dureza del ojo a la palpación.
_ Diagnóstico diferencial
El glaucoma agudo debe
diferenciarse de la conjuntivitis, uveítis
aguda y trastornos
corneales .
_ Tratamiento
A. Primario
El tratamiento inicial del
glaucoma de ángulo cerrado consiste en
controlar la presión
intraocular. Suele ser suficiente una dosis por
vía intravenosa de 500 mg
de acetazolamida, seguida de 250 mg
orales cuatro veces al día.
Si no hay respuesta a este fármaco pueden
necesitarse diuréticos
osmóticos, como glicerol oral y urea o
manitol intravenosos (los
tres se administran en dosis de 1 a 2 g/
kg). También es eficaz el
tratamiento con láser de la porción periférica
del iris (iridoplastia) o
la paracentesis de la cámara anterior.
Una vez que comienza a
descender la presión intraocular, se
utiliza pilocarpina tópica
al 4%, una gota cada 15 min durante 1 h
y luego cuatro veces al
día, para revertir cierre del ángulo subyacente.
El tratamiento definitivo
es la iridotomía periférica con
láser o iridectomía
periférica quirúrgica. Una alternativa es la
extracción de catarata. Si
el tratamiento médico no es suficiente
para controlar la presión
intraocular, quizá se requiera un procedimiento
de drenaje del glaucoma,
como en el glaucoma de ángulo
abierto no controlado
(véase más adelante).
En toda persona con ángulo
cerrado agudo primario es necesario
realizar iridotomía
periférica con láser en el ojo sano con
fines profilácticos, salvo
que el ojo ya se haya sometido a operación
por catarata o glaucoma. No
hay certeza de que la iridotomía
periférica profiláctica con
láser deba realizarse en sujetos asintomáticos
con ángulo angosto de la
cámara anterior, y tal decisión
está influida
principalmente por el riesgo de mayor frecuencia del
cierre crónico de dicho
ángulo (véase adelante).
B. Secundario
En el glaucoma de ángulo
cerrado agudo secundario también se
utiliza acetazolamida
sistémica con medicamentos osmóticos o
sin ellos. El tratamiento
adicional depende de la causa.
_ Pronóstico
El glaucoma de ángulo
cerrado agudo que no se trata causa pérdida
visual grave y permanente
en el transcurso de dos a cinco
días desde el inicio de los
síntomas. Se debe observar a los pacientes
para valorar el desarrollo
de glaucoma crónico.
_ Cuándo referir
Cualquier paciente con
sospecha de glaucoma de ángulo cerrado
debe referirse de urgencia
con el oftalmólogo.
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