2015/05/27

ROSÁCEA


















ROSÁCEA


Un trastorno facial crónico.
_ Un componente vascular (eritema y telangiectasia, así
como tendencia a la rubefacción fácil).
_ También puede haber un componente acneiforme (pápulas
y pústulas).
_ Un componente glandular acompañado de hiperplasia del
tejido blando de la nariz (rinofima).

BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
Se desconoce la patogenia de ese trastorno. Los corticoesteroides
tópicos aplicados a la parte inferior de la cara pueden inducir
trastornos similares a la rosácea.
_ Manifestaciones clínicas
Los pacientes a menudo refieren rubor o exacerbación de la rosácea
con calor o frío, bebidas calientes, alimentos condimentados,
luz del sol, ejercicio, alcohol, emociones y los bochornos de la
menopausia. Las mejillas, la nariz y el mentón y, en ocasiones,
todo el rostro pueden tener un tinte rosado. No se observan comedones.
En su presentación más leve, se observa eritema y vasos
dilatados en las mejillas. Las pápulas inflamatorias pueden agregarse
a este fondo o evolucionar hasta pústulas (fig. 6-26). Es
posible encontrar seborrea relacionada. El paciente suele quejarse
de ardor o picazón con episodios de rubor y tal vez tenga una
afección oftálmica concomitante, como blefaritis y queratitis, que
requiere con frecuencia antibioticoterapia sistémica.
_ Diagnóstico diferencial
La rosácea se diferencia del acné por la presencia del componente
vascular y la ausencia de comedones. El tinte rosa de la rosácea y
las telangiectasias sugieren el diagnóstico. A menudo se diagnostica
de manera errónea como lupus, pero la presencia de pústulas
descarta ese diagnóstico.
_ Tratamiento
Es importante instruir a los pacientes para que eviten los factores
que ocasionan exacerbaciones. Deben usar un filtro solar de amplio
espectro que proteja contra la luz ultravioleta A; no obstante,
la sensibilidad extrema a los preparados tópicos puede reducir las
opciones terapéuticas. Los filtros solares a base de cinc o titanio
se toleran mejor y las siliconas protectoras de barrera en el bloqueo
solar pueden mejorar la tolerancia. El tratamiento médico
es eficaz sólo para las pápulas y las pústulas inflamatorias, así
como el eritema que las rodea. La rosácea suele ser un trastorno
de toda la vida, por lo que se requiere tratamiento de sostén.
A. Tratamiento local
El metronidazol (disponible como crema, gel o loción) al 0.75%
aplicado dos veces al día, o al 1% una vez al día, es el tratamiento
tópico idóneo. Si no se tolera el metronidazol, es eficaz la clindamicina
tópica (solución, gel o loción) al 1% aplicada dos veces al
día. Se observa respuesta en cuatro a ocho semanas. Los productos
tópicos con sulfacetamida sódica y azufre son útiles en caso de
respuesta parcial a los antibióticos tópicos. El peróxido de benzoílo
puede ayudar a disminuir el componente pustuloso, al igual
que en el acné vulgar. En algunos casos, se agregan con precaución
retinoides tópicos para las medidas terapéuticas de sostén.
B. Tratamiento sistémico
Cuando son insuficientes las medidas tópicas se usa tetraciclina,
250 o 500 mg por vía oral dos veces al día con el estómago vacío.
También son eficaces la minociclina y la doxiciclina, 50 a 100 mg
una a dos veces al día. En casos resistentes, pueden proporcionarse
metronidazol o amoxicilina, 250 a 500 mg dos veces al día. Hay
pocos efectos adversos, aunque el metronidazol puede producir
un efecto similar al del disulfiram cuando el sujeto consume alcohol,
o causar neuropatía con el uso prolongado. Cuando no dan
resultado otras medidas, quizá surta efecto la isotretinoína. Se
recomienda una dosis por vía oral de 0.5 mg/kg/día durante 12 a
28 semanas. Véanse las precauciones mencionadas en párrafos
previos. El tratamiento con láser tal vez sea beneficioso en caso de
telangiectasias; la proliferación fimatosa en la nariz puede tratarse
con la reducción quirúrgica.
_ Pronóstico
La rosácea tiende a ser un proceso persistente. Con los regímenes
descritos, ésta suele controlarse de manera adecuada

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