CONCEPTO
Se denomina hemoptisis a la expulsión de sangre por la boca con la tos,
procedente del árbol
traqueobronquial. Su
intensidad es muy variable, desde el esputo teñido de sangre (esputo
hemoptoico) a la emisión
de sangre prácticamente pura (hemoptisis franca), y su expresión más grave
es la hemoptisis masiva
(< 5%).
ETIOLOGÍA
Son múltiples las
enfermedades que pueden causar hemoptisis. De ellas, las bronquiectasias, la
bronquitis crónica, el carcinoma broncogénico, la neumonía bacteriana y la tuberculosis
son las
causas más frecuentes. En la
primera, la hemoptisis es consecuencia de la hipervascularización
bronquial, suele ser
copiosa y aparecer en el curso de infecciones respiratorias. En la bronquitis
crónica, la expectoración
hemoptoica suele ser de menor intensidad. La tuberculosis pulmonar origina
hemoptisis como
consecuencia de las secuelas fibróticas de antiguas lesiones con una rica
vascularización y con gran
facilidad de sangrado. De las neoplasias, el carcinoma broncogénico es la
causa más común de
hemoptisis, sobre todo el carcinoma escamoso y el de células pequeñas (oat cell).
Otro apartado etiológico
es el de las enfermedades
cardiovasculares, entre las que destacan por
su frecuencia la tromboembolia pulmonar (TEP) con infarto pulmonar, la estenosis mitral y la
insuficiencia cardíaca
izquierda.
Otras causas de hemoptisis
incluyen: aspergilosis broncopulmonar, fístulas arteriovenosas,
secuestros pulmonares,
cuerpos extraños endobronquiales, síndrome de Goodpasture, enfermedad de
Behçet, granulomatosis de
Wegener, etc.
DIAGNÓSTICO
De confirmación
El primer paso es confirmar que se trata realmente de una hemoptisis, es decir,
que la sangre procede
de la vía respiratoria
subglótica y no del tubo digestivo o de la región oronasofaríngea. En ocasiones
es difícil diferenciar si
la sangre ha sido expectorada o vomitada. En este sentido, la historia clínica
es
muy importante, aunque no
siempre es capaz de diferenciar ambos orígenes. Así, si una hematemesis
es muy copiosa, la sangre
puede tener un aspecto claro y estar precedida de tos; por otra parte, la
sangre procedente de las vías
respiratorias puede ser deglutida y posteriormente vomitada, lo que es
causa de confusión diagnóstica.
En la tabla 35.1 se
describen las características
diferenciales entre hemoptisis y hematemesis.
Tabla 35.1 Diagnóstico diferencial entre hemoptisis y hematemesis
ANAMNESIS HEMOPTISIS
HEMATEMESIS
Forma de expulsión
Con tos Con vómito
de la sangre
Color Roja y espumosa
Roja, oscura o negra;
nunca espumosa
Contenido Puede estar
mezclada con
saliva
Puede acompañarse de
restos alimentarios
Síntomas
acompañantes
Faringitis, tos, gorgoteo,
fiebre, etc.
Dolor abd ominal, pirosis,
etc.
Antecedentes
personales
EPOC, cáncer pulmonar,
tuberculosis, etc.
Ingesta de gastroerosivos,
úlcera, etc.
Afectación
respiratoria Posible asfixia
Rara
Reacción Labstix® Alcalina Ácida
Existencia de
melenas No Habitualmente
Si aún persiste duda
Broncoscopia Endoscopia digestiva alta
EPOC: enfermedad pulmonar
obstructiva crónica.
De evaluación de la
gravedad
Por su gravedad, la
hemoptisis se clasifica en masiva y no masiva. Empíricamente se definen del
siguiente modo:
La hemoptisis no masiva es
aquella en la que el volumen del sangrado es inferior a 150 ml/día.
La hemoptisis masiva es
aquella en la que se dan alguna o varias de las siguientes circunstancias:
• Hipovolemia.
• Insuficiencia
respiratoria aguda grave (asfixia). Es la causa de muerte más habitual.
• Pérdida sanguínea
superior a 600 ml en 24 a 48 h.
• Rapidez de sangrado
superior a 150–200 ml/h.
Como la cantidad de sangre
expectorada a menudo es difícil de cuantificar, desde un punto de
vista clínico puede
definirse la hemoptisis masiva como aquella que origina una disfunción
respiratoria y del
intercambio gaseoso y, por tanto, conlleva un riesgo para la vida. La
hemoptisis
masiva tiene una
mortalidad aproximada del 20%.
Etiológico
Una vez confirmada la
hemoptisis, una anamnesis y exploración física adecuadas orientan hacia su
posible etiología:
Antecedentes de broncorrea
e infecciones respiratorias: bronquiectasias.
Presencia de esputos pútridos:
absceso pulmonar.
Síndrome constitucional
con historia de tabaquismo en un paciente mayor de 40 años: carcinoma
broncogénico.
Antecedente de traumatismo
o tromboflebitis reciente: TEP.
Antecedente de cardiopatía
y soplos: estenosis mitral.
Antecedente de sofocación:
aspiración de cuerpo extraño.
Presencia de rinitis con
perforación septal: granulomatosis de Wegener.
Las causas más frecuentes
de hemoptisis masiva son: bronquiectasias, tuberculosis, cáncer de
pulmón cavitado, absceso
de pulmón, fístula arteriobronquial y angiodisplasia pulmonar.
Un episodio de hemoptisis único
o que persiste sólo unos días raramente indica una enfermedad
grave.
EXPLORACIONES
COMPLEMENTARIAS
1 En la consulta de
urgencias sólo se realiza:
Radiografía
posteroanterior y lateral de tórax. Puede
ser normal (50%) o detectar
alteraciones que sean la
causa de la hemoptisis (cavitación, quiste, nódulos y masas,
condensación alveolar,
atelectasia, derrame pleural, hilio patológico, etc.).
Pulsioximetría. Si la saturación arterial de oxígeno es inferior al
90% debe realizarse
gasometría arterial.
2 Si el paciente tiene
criterios de ingreso hospitalario deben cursarse las siguientes exploraciones:
Hematimetría con fórmula y
recuento leucocitarios. Proporciona información
acerca de la
cuantía de la pérdida hemática
y orienta en el diagnóstico de los procesos infecciosos.
Bioquímica sanguínea, con determinación de glucosa, urea, creatinina, sodio
y potasio.
Análisis de orina mediante
tira reactiva.
Estudio de coagulación.
Electrocardiograma.
3 Con el paciente
ingresado se valora la realización de otras exploraciones más complejas, como
son:
Broncoscopia. Es la exploración más eficaz en el manejo del paciente
con hemoptisis, puesto
que su utilidad puede ser
diagnóstica y terapéutica. Por ello se acepta que, salvo algunas
excepciones, la broncoscopia debe practicarse
sistemáticamente en todo paciente con hemoptisis,
cualquiera que sea la
intensidad de la pérdida hemática. Si el
paciente tiene un deterioro clínico
rápido, la broncoscopia se
realiza de urgencia; si por el contrario está estable, se recomienda
retrasarla hasta las 24–48
h del ingreso.
Tomografía computarizada
(TC) torácica. Puede demostrar lesiones
no visibles en la
radiografía de tórax, como
bronquiectasias o carcinomas bronquiales pequeños. Si se realiza TC
de alta resolución, debe
hacerse antes de la broncoscopia, excepto en las hemoptisis masivas.
Los pacientes con
hemoptisis en los que no se encuentra la causa, después de realizar
broncoscopia
y la TC, tienen un pronóstico
excelente.
CRITERIOS DE INGRESO
En general se debe
proceder al ingreso de todos los pacientes con hemoptisis que no sea ocasional
y
pueda cuantificarse en
mililitros, y de aquellos en quienes se sospeche un carcinoma broncogénico. La
ubicación del enfermo
depende de la gravedad de la hemoptisis:
Los pacientes con
hemoptisis no masiva o secundaria a carcinoma broncogénico deben ingresarse
en el servicio de neumología.
Los casos de hemoptisis
masiva, en una unidad de cuidados intensivos.
Los pacientes con hemoptisis
de dudosa cuantía deben ingresar en el área de observación del
servicio de urgencias
hasta que se tipifique.
TRATAMIENTO
Hemoptisis sin criterios
de ingreso hospitalario
1 Tranquilizar al
paciente, que a menudo se presenta con un estado de ansiedad y angustia
importantes por la emisión
de sangre.
2 Si se sospecha una
infección de las vías respiratorias como causa desencadenante, se inicia
tratamiento empírico con
antibióticos de amplio espectro, como uno de los siguientes:
Amoxicilina-ácido clavulánico
(Augmentine®, comprimidos y sobres de 875 + 125 mg;
Augmentine plus®, comprimidos de 1.000 + 62,5 mg), en dosis de 875 +
125 mg/8 h o 1.000 +
62,5 mg/8 h, por vía oral,
durante 10 días.
Claritromicina (Klacid Unidia®, comprimidos de 500 mg), en dosis de 1 g (dos
comprimidos), cada 24 h,
por vía oral, durante 10 días.
Si se sospecha la
existencia de bronquiectasias, se administra una quinolona, como
levofloxacino (Tavanic®, comprimidos de 500 mg) en dosis de 500 mg/24 h, o
moxifloxacino
(Octegra®, Actira®, comprimidos de 400 mg) en dosis de 400 mg/24 h,
ambos por vía oral y
durante 7 días.
Hemoptisis con criterios
de ingreso hospitalario
Hemoptisis no masiva
Medidas generales
Dieta absoluta, para poder
realizar broncoscopia.
Reposo absoluto en cama,
en decúbito lateral ipsilateral al probable lado del sangrado.
Control de constantes:
presión arterial, temperatura, frecuencia cardíaca y diuresis, cada 8 h,
modificándose después según
la situación hemodinámica del paciente.
Canalización de una vía
venosa periférica y administración de suero glucosalino a razón de 1.500
ml/24 h, con las
consiguientes modificaciones según la situación hemodinámica y la patología de
base
del paciente.
Cuantificación del
sangrado mediante recogida en recipiente.
Solicitud de reserva de
hematíes, para una posible transfusión sanguínea.
Tranquilizar al paciente
mediante explicación detenida. No está indicado el uso sistemático de
ansiolíticos, puesto que
pueden agravar una insuficiencia respiratoria previa o causada por la propia
hemorragia.
Tratamiento farmacológico
Antitusígenos, como codeína
(Codeisan®, comprimidos de 28,7 mg) en dosis de un comprimido
cada 6 h, por vía oral.
Por su acción depresora del centro respiratorio, su uso debe valorarse en cada
caso, y evitarse si se observa
mala función pulmonar.
Antibióticos de amplio
espectro. Se administra uno de los siguientes:
• Amoxicilina-ácido clavulánico
(Augmentine®, viales con 1 g + 200 mg y 2 g + 200 mg), en
dosis de un vial de 1 g +
200 mg/8 h, por vía intravenosa.
• Claritromicina (Klacid®, viales con 500 mg) en dosis de 500 mg/12 h por vía
intravenosa.
• Si se sospecha la
existencia de bronquiectasias, se administra levofloxacino (Tavanic®,
frasco de 100 ml al 0,5%
equivalentes a 500 mg) en dosis de 500 mg/24 h, por vía intravenosa.
Sustancias coagulantes,
aunque su acción en el vaso pulmonar no está demostrada. Los fármacos
que se utilizan son:
• Ácido aminocaproico (Caproamin Fides®, ampollas con 4 g), en dosis de una ampolla
bebida cada 6 h, por vía
oral.
• Ácido tranexámico (Amchafibrin®, comprimidos y ampollas con 500 mg), en dosis de 1
g/8
h por vía oral; o 500 mg/8
h por vía intravenosa lenta.
Hemoptisis masiva
Los objetivos terapéuticos
iniciales son:
Mantenimiento de apertura
de la vía aérea, para prevenir la asfixia.
Mantenimiento de las
funciones vitales del paciente.
Localización broncoscópica
del lugar de sangrado y detención de la hemorragia, si es posible.
Decisión del momento
preciso para la intervención quirúrgica.
Medidas generales
Dieta absoluta.
Reposo absoluto en cama en
posición de Trendelenburg y en decúbito lateral ipsilateral al
probable lado del
sangrado, con el objeto de que el lado sano no se inunde de sangre, y evitar así
el
edema pulmonar, una de las
causas de muerte de los enfermos con hemoptisis masiva. Una posición
en decúbito prono, en
ligero Trendelenburg, parece ser que mejora la relación ventilación-perfusión
en
estos pacientes.
Administración de oxígeno
mediante mascarilla tipo Venturi (Ventimask®) o por mascarilla con
reservorio, a una concentración
que oscila entre el 24 y el 50% y que permita mantener una PaO2 igual
o mayor a 60 mmHg. Si la
PaO2 no supera los 50 mmHg a pesar de administrar oxígeno al 50%, si el
paciente presenta
hipercapnia con acidosis respiratoria, o si no puede mantener su vía aérea
libre de
sangre y coágulos, se
procede a la intubación endotraqueal y ventilación asistida. El tubo
endotraqueal
debe ser de gran calibre
(> 8 mm de diámetro interno) para facilitar la broncoscopia y la aspiración
traqueobronquial.
Monitorización continua
del ritmo y las frecuencias cardíaca y respiratoria.
Medición de la presión
arterial con periodicidad horaria.
Sondaje vesical con medición
de diuresis horaria.
Canalización de una vía
venosa periférica, preferiblemente con Drum, y administración de suero
fisiológico, en una dosis
inicial de 3.000 ml/24 h.
Solicitud de reserva
urgente de hematíes para una posible transfusión sanguínea. Ésta se realiza
cuando el hematocrito es
inferior al 27%, y la cantidad que se ha de transfundir se determina mediante
la siguiente fórmula:
N.° de bolsas de hematíes
(ml) = kg de peso × incremento del hematocrito
deseado. (1 bolsa de
hematíes = 300 ml)
Cuantificación del
sangrado mediante recogida en un recipiente.
Tranquilizar al paciente
en la medida de lo posible, sin administrarle fármacos sedantes.
Tratamiento farmacológico
Tratamiento del shock
hipovolémico, si existe, como se describe en el capítulo 16.
Tratamiento de la
coagulopatía, si existe. Se administra plasma leucodeplecionado, transfusión de
plaquetas o vitamina K, en
función de la alteración de la hemostasia detectada. La vitamina K
(Konakion®, Kaergona hidrosoluble®, ampollas con 10 mg) se administra en dosis de 10 mg
(una
ampolla) por vía
intravenosa, cada 8 h.
Antibióticos de amplio
espectro. Se administra uno de los siguientes:
• Levofloxacino (Tavanic®, frasco de 100 ml al 0,5% equivalentes a 500 mg), en
dosis de 500
mg/24 h por vía
intravenosa.
• Claritromicina (Klacid®, viales con 500 mg), en dosis de 500 mg/12 h, por vía
intravenosa.
• Amoxicilina-ácido clavulánico
(Augmentine®, viales con 1 g + 200 mg y 2 g + 200 mg), en
dosis de un vial de 1 g +
200 mg cada 8 h, por vía intravenosa.
Tratamiento médico específico
Debe realizarse lo antes
posible una fibrobroncoscopia (rígida o flexible), para filiar el origen del
sangrado e intentar la
aplicación de tratamientos locales para cohibir la hemorragia. Las
posibilidades
terapéuticas son las
siguientes:
Solución de adrenalina tópica
al 1/20.000.
Instilación de suero
salino helado.
Taponamiento endotraqueal
(Fogarty, catéter balón de doble luz).
Intubación endotraqueal
selectiva. Es el método no quirúrgico más efectivo.
Embolización de la arteria
bronquial. Es efectiva en el 73–98% de los pacientes.
Otras medidas, como
terapia con láser, plasma de argón, etc., son muy eficaces en las neoplasias
sangrantes.
En la hemoptisis masiva,
el paciente debería ser intubado antes de realizar la fibrobroncoscopia.
Tratamiento quirúrgico
Las indicaciones quirúrgicas en el paciente con hemoptisis masiva son las siguientes:
Fracaso de las medidas
anteriores al cuarto día de ser instauradas.
Cuando la localización de
la hemorragia sea unilateral (lobular o segmentaria).
Condiciones de
operabilidad funcional y general conforme a la intervención prevista (lobectomía,
neumectomía o toracotomía).
Ausencia de tratamiento
eficaz para la enfermedad de base.
Supervivencia estimada de
la enfermedad originaria superior a 6 meses.
Las contraindicaciones quirúrgicas
absolutas son:
No localizar el origen del
sangrado.
Reserva funcional
insuficiente (neumopatías difusas).
Coagulopatía y enfermedad
sistémica.
Cardiopatía en situación
inestable.
Cáncer diseminado en
estadio terminal.
Hemorragia pulmonar
difusa.
Bibliografía recomendada
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radiological treatment of hemoptysis. Acta
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