CISTITIS
INTERSTICIAL
Dolor con la
vejiga llena o urgencia urinaria. _ Petequias submucosas o úlceras en el estudio cistoscópico. _ Diagnóstico de exclusión
Generalidades
La cistitis
intersticial se caracteriza por dolor con la distensión vesical, el cual cede
al vaciar la vejiga y muchas veces se acompaña de urgencia y polaquiuria. Este
es un diagnóstico de exclusión; los sujetos deben tener resultados negativos en
el cultivo urinario y estudio citológico, y ninguna otra causa evidente como
cistitis por radiación, cistitis química (ciclofosfamida), vaginitis,
divertículo uretral o herpes genital. Hasta 40% de los pacientes referidos a
los urólogos por cistitis intersticial tiene un diagnóstico diferente después
de una valoración cuidadosa. Los estudios en la población han demostrado una
prevalencia entre 18 y 40 por cada 100 000 personas.
Este trastorno afecta a individuos de ambos
sexos, pero con mayor frecuencia a mujeres, con una edad promedio de 40 años al
inicio. Las personas con cistitis intersticial tienen mayor probabilidad de
referir problemas vesicales en la infancia, y al parecer hay mayor prevalencia
entre las mujeres caucásicas y judías. Hasta 50% de los pacientes experimenta remisión
espontánea de los síntomas, con una duración media de ocho meses sin
tratamiento. La causa de la cistitis intersticial se desconoce; lo más probable
es que no sea una sola enfermedad, sino varias con síntomas similares. Las
enfermedades relacionadas son, entre otras, alergias graves, colon irritable o
enfermedad inflamatoria intestinal. Las teorías sobre el origen de la cistitis
intersticial incluyen aumento de la permeabilidad epitelial, así como causas
neurógenas (anomalías del sistema nervioso sensorial) y autoinmunitarias. _
Manifestaciones
clínicas
A. Signos y
síntomas Las manifestaciones más frecuentes son dolor
con el llenado vesical que se alivia con la micción, o la presencia de
urgencia, polaquiuria y nicturia. Hay que indagar acerca de exposiciones como radiación
pélvica o uso previo de ciclofosfamida. En la exploración debe excluirse herpes
genital, vaginitis o un divertículo uretral.
B. Datos de
laboratorio Se solicitan examen general de
orina y cultivo urinario para descartar causas infecciosas; la citología
urinaria permite excluir un tumor maligno vesical. Los estudios urodinámicos
valoran la sensibilidad y distensibilidad de la vejiga, además de descartar la
inestabilidad del detrusor.
C. Cistoscopia
La vejiga se distiende con líquido (distensión hidráulica) para detectar
formaciones glomerulares (hemorragia submucosa), que algunas veces están
presentes. Se debe practicar biopsia para descartar otras causas, como
carcinoma, cistitis eosinofílica y cistitis tuberculosa. No es necesaria la
presencia de células cebadas en la submucosa para establecer el diagnóstico de
cistitis intersticial. _
Diagnóstico
diferencial Se interroga sobre exposiciones a
radiación o ciclofosfamida. La cistitis bacteriana, herpes genital o vaginitis
se descartan mediante el examen general de orina, un cultivo urinario y la
exploración física. Se sospecha un divertículo uretral si la palpación de la
uretra demuestra una masa indurada de la que se exprime pus por el meato
uretral. El carcinoma uretral se manifiesta como una masa firme a la palpación.
_
Tratamiento No existe curación para la cistitis intersticial, pero la mayoría
de los pacientes obtiene alivio sintomático con una de varias técnicas, como la
distensión hidráulica, que en realidad se realiza como parte de la valoración
diagnóstica. Cerca de 20 a 30% de los pacientes nota una mejoría sintomática
después de esta maniobra. También es importante medir la capacidad vesical
durante la distensión hidráulica, ya que es poco probable que los enfermos con
capacidad vesical muy baja (<200 ml) respondan al tratamiento médico. En la
cistitis intersticial, la amitriptilina (10 a 75 mg/día por vía oral) es a
menudo el tratamiento médico de primera línea. Es probable que mecanismos
centrales y periféricos contribuyan a su actividad. La nifedipina (30 a 60
mg/día por vía oral) y otros antagonistas de los conductos del calcio también
tienen cierta actividad en esta enfermedad. El pentosán polisulfato de sodio es
un polisacárido sulfatado sintético oral que ayuda a restaurar la integridad
del epitelio vesical en un subgrupo de pacientes y se ha valorado en un estudio
con grupo testigo que recibió placebo. Otras opciones incluyen la instilación
intravesical de sulfóxido dimetilo y heparina. Un grupo de investigadores y el Interstitial
Cystitis Clinical Trials Group realizaron un estudio con asignación al azar
y grupo testigo que no mostró mejoría estadísticamente significativa con la
administración del bacilo de Calmette-Guérin intravesical (BCG) en comparación
con placebo. Otras modalidades terapéuticas son la estimulación nerviosa eléctrica
transcutánea y la acupuntura. El tratamiento quirúrgico para la cistitis
intersticial debe considerarse sólo como último recurso, dado que es probable
que requiera cistouretrectomía con derivación urinaria
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