LUMBALGIA AGUDA
INTRODUCCIÓN
El dolor lumbar es un problema de salud, de gran importancia por
su repercusión social, laboral y económica, y es la causa más frecuente de
consulta médica después del resfriado común. El médico de urgencias desempeña
una función básica en la asistencia de los pacientes aquejados por esta
afección, pues una evaluación detallada y una correcta exploración son de gran
importancia para la detección precoz de las causas inusuales de lumbalgia aguda
potencialmente letales.
CONCEPTO La lumbalgia aguda se define como el dolor de espalda de inicio súbito referido a la
zona lumbar y de duración inferior a las 4 semanas. Según las características
del dolor, la lumbalgia aguda puede clasificarse en mecánica (dolor que empeora con el
movimiento, cede en reposo, sin dolor nocturno ni fiebre ni síntomas sistémicos
asociados) y lumbalgia no mecánica (dolor diurno y nocturno, de carácter progresivo, que no alivia en
reposo, despierta al paciente por la noche, se acompaña de fiebre o síntomas
sistémicos), en cuyo caso sugiere una afección extravertebral.
CLASIFICACIÓN ETIOLÓGICA Las causas de lumbalgia aguda son múltiples y variadas (tabla 105.1), aunque las más
frecuentes son las que se deben a alteraciones mecánicas, como la lumbalgia de
esfuerzo y la hernia discal típica sin radiculopatía. LUMBALGIA AGUDA
MECÁNICA Dolor lumbar de causa OMINOSA Osteomielitis Enfermedad
ósea Metabólica Columna Inestable Otras afecciones del canal
medular ESpondilolistesis Absceso Dolor lumbar
radicular Síndrome
de la cola de caballo Síndrome díscal típico Dolor lumbar mecánico simple Lumbalgia de esfuerzo
Hernia discal aguda sin radiculopatía Espondilosis LUMBALGIA AGUDA NO
MECÁNICA Aneurisma
aórtico abdominal ascendente Enfermedades ginecológicas, pancreáticas,
urológicas o digestivas
VALORACIÓN DEL PACIENTE CON LUMBALGIA AGUDA
La valoración inicial de
un paciente con lumbalgia aguda debe dirigirise a la detección de enfermedades
graves, como tumores, infecciones, síndrome de la cola de caballo y fracturas.
En la tabla 105.2 se exponen los síntomas de
alarma ante un paciente con lumbalgia TUMOR Edad mayor de 50 años Antecedentes de cáncer Pérdida de peso
inexplicada Dolor que no desaparece en reposo Dolor de más de 1 mes de
evolución INFECCIÓN
Infección bacteriana
reciente: urinaria, cutánea, respiratoria, etc. Antecedentes de drogadiccion
por vía parenteral Inmunosupresión: toma de esteroides, trasplante, sida Fiebre
FRACTURA Traumatismo grave:
accidente de tráfico, caída desde altura Traumatismo menor: elevación de
objetos, toma de esteroides SÍNDROME DE LA COLA DE CABALLO Anestesia «en silla de montar» Inicio reciente de
disfunción vesical Retención urinaria Incremento en la frecuencia de la micción
Incontinencia urinaria o rectal Déficit neurológico grave y progresivo en los
miembros inferiores Anamnesis Antecedentes de traumatismos, infecciones sistémicas, artritis y
trastornos óseos metabólicos. Comienzo y cronología del dolor. Localización e
irradiación. Factores de mejoría o agravamiento. Síntomas neurológicos: dolor
irradiado con la maniobra de Valsalva, paresias o parestesias y disfunción
vesical o intestinal. Las lumbalgias que requieren especial atención son las
que acontecen en pacientes de edades inferiores a los 20 años o mayores de 55,
con dolor de origen no mecánico, acompañado de fiebre, pérdida de peso o
síntomas o signos neurológicos.
Exploración física
Paciente en
bipedestación Alineación de la columna. Escoliosis estructural. Tipo de marcha y
estabilidad ortostática. Contractura muscular. Exploración de la movilidad
lumbar: flexión (comprobar cómo al realizarla la lordosis lumbar se transforma
en cifosis), extensión (30°) y lateral (se realiza una curva de 40–50°). Paciente en
decúbito supino Signo de Lasègue: elevación dolorosa del miembro inferior con la rodilla extendida. Signo de Bragard: mientras se realiza la
maniobra anterior, se lleva la pierna por debajo de donde el paciente comienza
a sentir dolor y se procede a la dorsiflexión del pie; es positivo cuando se
reproduce el dolor. Maniobra de Goldthwait: el explorador levanta la pierna del paciente cogiendo el talón del
pie con la palma de la mano, de forma que quede la pierna extendida; coloca la
otra mano a nivel lumbar.
El origen del dolor es vertebral si se de-sencadena al movilizar
la región lumbar. Exploración neurológica: reflejos osteotendinosos profundos,
fuerza muscular, sensibilidad, etc. Pulsos periféricos.
Paciente en decúbito prono Búsqueda de la zona de dolor y presión. Maniobra
de estiramiento femoral (extensión de cadera). Exploración de la sensibilidad
de la cara posterior de la pierna y la espalda. Buscar dolor en la escotadura
ciática. Buscar signos de intervenciones o lesiones previas. Exploraciones
complementarias Radiografías anteroposterior, lateral y oblicua de columna
lumbosacra, si es posible en bipedestación. Es la primera exploración que se
debe realizar. A pesar de que resulta normal en la mayoría de los pacientes,
ocasionalmente se detectan alteraciones que orientan hacia la causa del cuadro.
Se puede obviar ante el primer caso de lumbalgia de características mecánicas,
sin síntomas de alarma y de menos de 4 semanas de evolución. Gammagrafía ósea. Ante la sospecha de
neoplasias, osteomielitis, abscesos y fracturas patológicas. Mielografía,
tomografía computarizada y resonancia magnética. Útiles en la lumbalgia no
mecánica cuando la radiología y la gammagrafía no aportan el diagnóstico, sobre
todo ante la sospecha de discopatías o neoplasias. Discografía. Sospecha de herniación o
degeneración discal. Angiografía medular. Detecta deformidades arteriovenosas. Electromiografía. Es útil para la valoración
de radiculopatías. Ecografía abdominal. Es útil para el diagnóstico de aneurisma disecante de la aorta
abdominal.
CRITERIOS DE INGRESO
Requieren ingreso
hospitalario los pacientes que presenten: 1 Lumbalgia de causa ominosa (v. tabla 105.1). 2 Síndrome de la cola
de caballo. 3 Síndrome discal típico o lumbalgia mecánica simple, siempre que
haya pérdida de fuerza, alteración de reflejos osteotendinosos profundos y
alteraciones sensitivas o vegetativas (incontinencia de esfínteres). 4 Causas
de lumbalgia no mecánica que, por ellas mismas, requieran ingreso hospitalario,
según los criterios establecidos en los respectivos capítulos. 5 Cualquier
lumbalgia aguda que no haya respondido a un tratamiento médico correcto. Debe
considerarse que el tratamiento médico conservador ha fracasado ante: Dolor
continuado después de realizar reposo absoluto en cama. Progresión o desarrollo
de déficit neurológico, aunque sea leve. Aparición de trastornos vesicales o
intestinales. Reaparición de los síntomas cuando se reanuda la actividad.
TRATAMIENTO
0 Medidas generales Mantener la actividad
siempre que sea posible, ya que las evidencias actuales señalan que la
recomendación de reposo en cama es menos eficaz que la de permanacer en
actividad. Calor local seco, para disminuir el espasmo muscular. Tratamiento
farmacológico Relajantes musculares Se administra uno de los siguientes: Diazepam (Valium®, comprimidos de 5 y 10
mg) en dosis de 5 mg/12 h por vía oral. Tetrazepam (Myolastan®, comprimidos de 50 mg)
en dosis de 50 mg/12 h por vía oral. Tizanidina (Sirdalud®, comprimidos de 2 y 4
mg) en dosis de 2–4 mg/8 h por vía oral. Analgésicos Paracetamol (Efferalgan®, comprimidos efervescentes de 1 g; Termalgin®, sobres de 1 g) en dosis
de 1 g/6 h por vía oral. Si el dolor no cede, se asocia metamizol magnésico (Nolotil®, cápsulas de 575 mg y
ampollas con 2 g) en dosis de 575 mg/8 h por vía oral o 2 g/8 h por vía
intramuscular; o dexketoprofeno trometamol (Enantyum®, comprimidos y sobres de 25 mg; ampollas con 50
mg) en dosis inicial de 50 mg/8 h por vía intramuscular seguidos de 25 mg/8 h
por vía oral. Si el dolor no cede, se asocia a cualquiera de los analgésicos
anteriores, tramadol (Adolonta®, cápsulas de 50 mg, supositorios y ampollas de 100 mg) en dosis
inicial de 100 mg, que puede repetirse cada 8 h, por vía oral, rectal o
intramuscular. Antiinflamatorios no esteroideos Puede administrarse uno de
los siguientes: Diclofenaco sódico (Voltaren®, comprimidos de 50 mg, supositorios de 100 mg y ampollas con 75
mg) en dosis de 50 mg/8 h por vía oral, 100 mg/12 h por vía rectal o 75 mg/24 h
por vía intramuscular. Indometacina (Inacid®, cápsulas de 25 mg, supositorios de 50 y 100 mg) en dosis de 50
mg/, 8 h por vía oral o rectal. Corticoides En las lumbalgias no mecánicas puede ser necesaria la
administración de esteroides, que pueden sustituir o potenciar la acción de los
antiinflamatorios no esteroideos. Se utiliza dexametasona (Fortecortin®, ampollas de 1 ml con 4
mg y de 5 ml con 40 mg) en dosis inicial de 4 mg (una ampolla de 4 mg o 0,5 ml
de la de 40 mg) cada 12 h por vía intramuscular durante 3 días. Luego, esta
dosis se reduce progresivamente cada 3 días hasta la suspensión, con la
siguiente secuencia: 4 mg/24 h por vía intramuscular, 2 mg/24 h por vía oral (Fortecortin®, comprimidos de 1 mg) y
1 mg/24 h por vía oral.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario