ABSCESO CEREBRAL
Signos y síntomas que se presentan en una tumoración intracraneal
expansiva. _ Puede haber signos de infección primaria o cardiopatía congénita. _ Es probable que no haya
fiebre.
Generalidades
El absceso cerebral se presenta en la forma de una tumoración
intracraneal y surge como secuela de una enfermedad en el oído o la nariz;
puede ser la complicación de alguna infección de cualquier parte del organismo
o consecuencia de una infección introducida de forma intracraneal por un
traumatismo o procedimiento quirúrgico. Los microorganismos infecciosos
habituales son estreptococos, estafilococos y anaerobios; las infecciones
mixtas no son infrecuentes. _
Manifestaciones clínicas A. Signos y síntomas Los primeros signos son cefalea, somnolencia, falta de atención,
confusión y convulsiones, seguidos de signos de hipertensión intracraneal y
luego un déficit neurológico focal. Es posible que haya poca o ninguna
evidencia sistémica de infección.
B. Imagenología y otros estudios
La CT de la cabeza muestra de manera característica un área con
concentración del medio de contraste en torno a un centro de baja densidad.
Pueden identificarse anomalías similares en personas con neoplasias
metastásicas. Los resultados de la MRI permiten a menudo reconocer encefalitis
focal o un absceso. La arteriografía indica la presencia de una lesión que
ocupa un espacio, la cual se observa como una tumoración avascular con
desplazamiento de vasos cerebrales normales, pero este procedimiento no aporta
indicios sobre la naturaleza de la lesión.
La aspiración estereotáctica con aguja permite identificar el
microorganismo etiológico específico. El análisis del líquido cefalorraquídeo
no ayuda al diagnóstico y puede desencadenar un síndrome por hernia. A veces
hay leucocitosis periférica.
Tratamiento
El régimen terapéutico consiste en antibióticos intravenosos
combinados con drenaje quirúrgico (aspiración o extirpación), si es necesario
para disminuir el efecto de tumoración, algunas veces incluso para establecer
el diagnóstico. Con frecuencia, los abscesos <2 cm pueden curarse con
fármacos. Se usan antibióticos de amplio espectro, seleccionados con base en
factores de riesgo y microorganismo causal probable, si se desconoce el agente infeccioso
Un régimen habitual consiste en
penicilina G más una cefalosporina de tercera generación más metronidazol. Se
agrega nafcilina si se sospecha infección con Staphylococcus aureus. El
régimen se modifica una vez que se tienen los datos de sensibilidad. Por lo
general, el tratamiento antibiótico se continúa por vía parenteral durante seis
a ocho semanas, para proseguir por vía oral durante dos a tres meses. El
paciente debe vigilarse mediante CT o MRI en serie cada dos semanas y en caso
de cualquier deterioro.
La dexametasona (4 a 25 mg cuatro veces al día, según sea la
gravedad, seguidos de reducción gradual de la dosis con base en la respuesta)
puede disminuir el edema relacionado, pero tal vez sea necesario el manitol
intravenoso
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