2017/07/28

Pierre Bourdieu


Su obra está dominada por un análisis sociológico de los mecanismos de reproducción de jerarquías sociales. Bourdieu hace hincapié en la importancia de la diversidad cultural y simbólica en esta reproducción y critica la primacía otorgada a los factores económicos en las ideas marxistas. Quiere destacar que la capacidad de los agentes en posición dominante para imponer sus producciones culturales y simbólicas desempeña un papel esencial en la reproducción de las relaciones sociales de dominación. Lo que Pierre Bourdieu llama violencia simbólica, que define como la capacidad de hacer caso omiso de la arbitrariedad de la producción simbólica, y por lo tanto para ser aceptado como legítimo, es de gran importancia en su análisis sociológico.

El mundo social en las sociedades modernas, para Bourdieu, aparece dividido en lo que llama campos. Parece, en efecto, que la diferenciación de las actividades sociales condujo a la creación de "subespacios sociales", como el artístico o el campo político, que se especializan en el desempeño de una determinada actividad social. Estos campos tienen una autonomía relativa en la sociedad en su conjunto y son jerárquicos. Una competencia dinámica proviene de las luchas sostenidas por los agentes sociales a ocupar las posiciones dominantes. Por lo tanto, como en el análisis marxista, Bourdieu hace hincapié en la importancia de la lucha y el conflicto en el funcionamiento de la sociedad. Pero para él, estos conflictos se llevan a cabo principalmente en distintos ámbitos sociales, enraizados en sus respectivas jerarquías, y se basan en la oposición entre los agentes dominantes y dominados. Para Bourdieu, el conflicto no se reduce únicamente a los conflictos entre las clases sociales en que se centra en el análisis marxista

Bourdieu ha desarrollado una "Teoría de acción", en torno al concepto de habitus, que ha ejercido gran influencia en las ciencias sociales. Esta teoría trata de demostrar que los agentes sociales desarrollan las estrategias, sobre la base de un pequeño número de disposiciones adquiridas por la socialización, el bien y el inconsciente, se adaptan a las necesidades del mundo social.

Su trabajo está ordenado en torno a una serie de conceptos rectores, entre otros: el habitus como principio de acción de los agentes, como el espacio de carreras de campo social y la violencia simbólica como mecanismo fundamental de la primera imposición de las relaciones de dominación.


Biografía 

Pierre Bourdieu nació en 1930 en una aldea de Bearne, en los Pirineos Atlánticos. Su padre, un campesino bearnés, era obrero agrícola. Su madre tenía procedencia social similar, aunque de un linaje de los propietarios en Lasseube. Fue hijo único de la pareja.[2]​ La provincia en la que nació Bourdieu, exhibía para la época una situación marginal dentro de Francia, debido al predominio del uso de un dialecto regional, el bearnés. Aun siendo criado dentro de este entorno agrario y de haber adquirido los mismos hábitos pueblerinos de sus compañeros, desde el inicio de la escolaridad Bourdieu sintió las contradicciones de no pertenecer del todo a la cultura dominante.[3]​


Estudios Editar

Fue un excelente estudiante del Louis-le-Grand. Uno de sus profesores, egresado de la Escuela Normal Superior de París, le aconsejó inscribirse en las clases preparatorias literarias en el mismo instituto en 1948. Admitido en la Escuela Normal Superior de la calle Ulm, 1951, fue llamado por sus compañeros por su segundo nombre, Félix, poco a poco recuperó a sus antiguos compañeros de la preparatoria como Jacques Derrida y Louis Marin. Si bien la escena filosófica francesa está dominada por la figura de Jean-Paul Sartre y el existencialismo, Bourdieu reaccionó como muchos de su generación de normalista orientada hacia el estudio de las "corrientes dominantes"[4]​ en el campo filosófico: el polo de la historia de la filosofía cercana a la historia de la ciencia, representada por Marcial Gueroult y Jules Vuillemin, y la epistemología enseñada por Gaston Bachelard y Georges Canguilhem.


Hacia 1953, bajo la dirección de Henry Gouhier, presentó una tesis sobre las Animadversiones de Leibniz. Además, siguió el seminario de Éric Weil en la École Pratique des Hautes Études sobre la Filosofía del Derecho de Hegel. Profesor de Filosofía en 1954, se matriculó con Canguilhem para una tesis filosófica sobre la estructura temporal de la vida emocional, que abandonó en 1957 para dedicarse a los estudios sociológicos de la tierra.


Inicio de su carrera Editar

Bourdieu debió cumplir con el servicio militar. Después de negarse a recibir una formación como oficial de reserva de Cadetes, fue transferido primero a Versalles en el servicio de las fuerzas psicológicas. Sin embargo, encontraron en su poder un número censurado de L'Express sobre la cuestión argelina, por lo que perdió su puesto por razones disciplinarias. Pronto se le embarcó con jóvenes reclutas hacia Argelia como parte de las fuerzas de pacificación, para prestar allí el servicio militar más completo, que duraba de dos a siete años. Debido a sus habilidades de escritura, se desempeñó en la administración de la Asambl ea General de Residencia, bajo el mando de Robert Lacoste. Desde 1958 hasta 1960, continuó sus estudios en Argelia y se convirtió en un asistente en la Facultad de Letras Algelia


Argelia, el paso a la sociología Editar

Este período en Argelia fue decisivo, ya que decidió su carrera de sociólogo.[5]​ Abandonó "la magnitud de la filosofía insuficiente" y se dedicó a una serie de trabajos sobre la Etnología en Argelia, que lo llevaron a escribir varios libros. Sus primeras investigaciones le llevaron a las regiones de la Cabilia y Collo, bastiones nacionalistas donde la guerra había sido dolorosa. Su 'Sociología de Argelia es la síntesis de los conocimientos existentes sobre estos tres departamentos y se publicó en la colección ¿Qué sé yo? de 1958.


Después de la independencia de Argelia, publicó en 1963 El trabajo y los trabajadores en Argelia, un estudio revelador sobre el trabajo asalariado y la formación del proletariado urbano en Argelia, en colaboración con Alain Darbel, Jean-Paul Rivet y Claude Seibel. En 1964 publicó El desarraigo. La crisis de la agricultura tradicional en Argelia, junto con su amigo argelino Abdelmalek Sayad, sobre la destrucción de la agricultura y la sociedad tradicional y la política de agrupar a la población seguida por el ejército francés. Después de su regreso a Francia, aprovechó las vacaciones escolares para recoger nuevos datos sobre Argelia, urbana y rural en el momento.

Su trabajo etnológico sobre la Cabilia no se detuvo incluso después de haber dejado de ir allí, y continuó alimentando el trabajo antropológico de Pierre Bourdieu. Su principal obra sobre teoría de la acción Esquema de una teoría de la práctica (1972) y La lógica de la práctica (1980) nacieron de una reflexión antropológica sobre la sociedad cabila tradicional. Del mismo modo, su trabajo sobre las relaciones de género, Dominación masculina (1998) se basa en un análisis de los mecanismos de reproducción de la dominación masculina en la sociedad tradicional de la Cabilia.

Científico y universitario 

En 1960, regresó a París para convertirse en asistente de Raymond Aron de la Universidad de París. Aron también lo hizo secretario del Centro de Sociología Europea, institución de investigación que fundó en 1959, desde el resto de las estructuras de la posguerra y con la financiación de la Fundación Ford.

El joven asistente de Raymond Aron consiguió un trabajo como profesor en la Universidad de Lille, que ocupó hasta 1964, sin dejar de intervenir en París como parte de cursos y seminarios. En Lille, se encontró de nuevo con Éric Weil y conoció al historiador Pierre Vidal-Naquet y especialmente al hermeneuta, filólogo clásico y germanista Jean Bollack (Jean Bollack) de quien se convirtió en un amigo leal.

En 1962, se casó con Marie-Claire Brizard, con quien tuvo tres hijos: Jerónimo, Emmanuel y Lauren. A mediados de 1960, se trasladó con su familia a Antony, un suburbio al sur de París. La familia se unió a la Béarn durante las vacaciones escolares. Pierre Bourdieu estaba interesado en el ciclista del Tour de Francia y los deportes de equipo como el tenis o el rugby.

Escuela de Hautes Études 

En 1964, se unió a la Escuela Práctica de Altos Estudios, luego estudió en 1975 en la Escuela de Hautes en Ciencias Sociales (EHESS), esta última nacida de la pautonomía de un sector de la EHESS. El mismo año, comenzó su colaboración con Jean-Claude Passeron, que lo llevó a la publicación del libro Los herederos, que fue un gran éxito y le ayudó a convertirse en un sociólogo famoso.

A partir de 1965, con la obra Un arte medio. Ensayos sobre los usos sociales de la fotografía, seguida en 1966 por El amor al arte, Pierre Bourdieu llevó a cabo una serie de estudios sobre las prácticas culturales, que ocuparon una parte esencial de su obra sociológica en la década siguiente y dieron lugar a la publicación en 1979 de Distinción: Una crítica social del juicio, que es su obra más conocida y la más importante en el campo sociológico, que se encuentra entre las diez obras sociológicas más importantes del mundo en el siglo XX en el clasificación establecida por el "Asociación Sociológica Internacional".[6]​

Jefe del centro de investigación 

Tras los acontecimientos de mayo de 1968, rompió con su maestro Raymond Aron, el pensador liberal que desaprobó ese movimiento social. Fundó entonces el Centro de Sociología de la Educación y la Cultura, que se separó del Centro de Sociología Europea. El mismo año publicó con Jean-Claude Chamboredon y Jean-Claude Passeron, El oficio de sociólogo, con una selección de textos de autores sobre los métodos de la sociología.

En 1985, se convirtió en director del Centro de Sociología Europea, que a partir de ahí se fusionó con el Centro de Sociología de Educación y Cultura. La preservación de la estructura de las misiones de ambas entidades estuvo dirigida por su alumno Remi Lenoir.

La aceptación de la obra de Pierre Bourdieu creció gradualmente en el centro de la sociología francesa. La década de 1970 vio el surgimiento de un reco nocimiento anglosajón que luego se extendió a Alemania, a través de la obra de Joseph Jurt, tras más de una década.

Colegio de Francia 

Gracias al apoyo de André Miquel, se convirtió en profesor en el Colegio de Francia en 1981. Fue el primer sociólogo en recibir la medalla de oro del CNRS en 1993. Podemos destacar la paradoja de un hombre que vivió continuamente en el margen de las instituciones académicas dominantes, comenzando un estudio crítico, por ejemplo, en Homo academicus.

Editor

En paralelo a su carrera académica, encabezó una importante empresa editorial, lo que le permitió extender sus ideas. En 1964, se convirtió en editor de la colección "Le sens commun" con Les Éditions de Minuit. Hasta 1992, Bourdieu publicó la mayor parte de sus libros, así como las de los académicos influenciados por él, por lo tanto, promovía la difusión de su pensamiento. También publicó clásicos de las ciencias sociales (Durkheim, Mauss, etc.); o la filosofía (Ernst Cassirer, Erwin Panofsky, etc.). La colección reveló a los lectores franceses los principales sociólogos norteamericanos (las traducciones de Erving Goffman). Después de su paso por Seuil, fundó la colección Liber.

En 1975 crea, sobre todo con el apoyo de Fernand Braudel, la revista Actes de la recherche en sciences sociales, que dirigió hasta su muerte. Esta publicación es una exposición de su obra y la de sus estudiantes. Se diferencia de las tradicionales revistas académicas a través de la utilización de numerosas ilustraciones, su gran tamaño y su diseño.

En 1995, como resultado de los movimientos sociales y peticiones de noviembre a diciembre en Francia, fundó una editorial, Raisons d’agir (las razones para actuar), tanto activista como académica, que publicó trabajos de jóvenes investigadores críticos del neoliberalismo.

Su producción es muy extensa. Así, en 1970 aparece Fondements d’une théorie de la violence symbolique. Reproduction culturelle et reproduction sociale, escrita con Jean-Claude Passeron; tres años después, en 1976, Le système des grandes écoles et la reproduction de la classe dominante. Además, entre otras muchas obras, publica La distinction. Critique sociale du jugement (1979), Ce que parler veut dire. L'économie des échanges linguistiques (1982), Homo academicus (1984), La Noblesse d'état. Grandes écoles et esprit de corps (1989), Les règles de l'art. Genèse et structure du champ littéraire (1992), pero alcanza su mayor éxito con La misère du monde (1993), donde denuncia el sufrimiento social, que bebe en las fuentes marxistas y en el pensamiento de Michel Foucault, y traza, en una combinación de sociología y antropología social, la radiografía de la exclusión social, de los desheredados de la modernización, del progreso tecnológico y de la globalización.

El discurso de Bourdieu, que ya se había manifestado con matices críticos antes de mayo del 68, se acentúa en los últimos años de su vida con nuevas argumentaciones contra el neoliberalismo y en favor de la sociedad civil y del naciente Foro Social Mundial, participando cerca de los sindicatos, de las organizaciones no gubernamentales, de los emigrantes y de las asociaciones cívicas contra las posiciones neoliberales que nutrían el discurso de la sociedad llamada postmoderna. Bourdieu fue uno de los fundadores de la editorial Liber-Raisons d'agir, impulsora del movimiento Attac. Falleció, como consecuencia de un cáncer, en 2002. Según el diario parisino Le Monde, era el intelectual francés más citado en la prensa mundial de 1969.

Pensamiento 


Fue uno de los sociólogos más relevantes de la segunda mitad del siglo XX. Sus ideas son de gran relevancia tanto en teoría social como en sociología empírica, especialmente en la sociología de la cultura, de la educación y de los estilos de vida. Su teoría destaca por ser un intento de superar la dualidad tradicional en sociología entre las estructuras sociales y el objetivismo (fisicalismo), por un lado, frente a la acción social y el subjetivismo (hermenéutica), por otro lado. Para ello se dota de dos conceptos nuevos, el habitus y el campo así como reinventa uno ya establecido, el capital.[8]​


Por habitus entiende las formas de obrar, pensar y sentir que están originadas por la posición que una persona ocupa en la estructura social. En cuanto al campo, es el espacio social que se crea en torno a la valoración de hechos sociales tales como el arte, la ciencia, la religión, la política... Esos espacios están ocupados por agentes con distintos habitus, y con capitales distintos, que compiten tanto por los recursos materiales como simbólicos del campo. Estos capitales, aparte del capital económico, están formados por el capital cultural, el capital social, y por cualquier tipo de capital que sea percibido como "natural", forma ésta del capital que denomina capital simbólico. Los agentes, con el habitus que es propio dada su posición social, y con los recursos de que disponen, "juegan" en los distintos campos sociales, y en este juego contribuyen a reproducir y transformar la estructura social. La obra en la que presenta de forma más sistemática su teoría es El sentido práctico (publicada en castellano por la editorial Taurus).

En su trabajo empírico destaca especialmente toda su labor de crítica de la cultura, mostrando que la distinción cultural no es más que una forma encubierta de dominación, a la que denominó complicidad ontólogica entre el campo y el habitus. Esta crítica no le lleva al cinismo ante las manifestaciones de la alta cultura, sino a considerar que todos deberían tener igual acceso a la misma.

Su papel como intelectual cobró plena vigencia a partir de la segunda mitad de los 90 en Francia, siendo sus declaraciones objeto de viva polémica, por mantener posiciones muy críticas tanto con respecto a los medios de comunicación (véase "Sobre la televisión") como con respecto a la política en general. Propuso y fue fundador del parlamento de los escritores, una asociación pensada para dar a los intelectuales mayor autonomía sobre su trabajo, y de esta forma poder criticar y controlar al poder al margen de sus medios de difusión de la cultura.

*Sobre su teoría del campo literario, véase el apartado correspondiente en Sociocrítica

Conceptos básicos 

Espacio social y prácticas sociales según Pierre Bourdieu.[9]​

La teoría de Bourdieu está constituida por un conjunto de conceptos relacionados entre sí y que sólo se entienden en relación con otros. El punto de partida del análisis de lo social es el momento objetivista o de la indagación, en el cual nos abocamos a caracterizar las estructuras sociales externas, lo objetivo, lo social hecho cosa. El segundo momento del análisis será el subjetivista, la consideración de las estructuras sociales internas, subjetivas, o lo social hecho cuerpo.


Habitus Editar

Artículo principal: Habitus

Bourdieu sugiere que los esquemas de pensamiento, percepción y acción se revelan en base una cierta génesis social, lo que determina la adquisición de ciertos hábitos que permanecen anclados a los espacios del campo social o grupos en los que el agente se desenvuelve. El habitus es la subjetividad socializada, es la generación de prácticas que están limitadas por las condiciones sociales que las soporta, es la forma en que las estructuras sociales se graban en nuestro cuerpo y nuestra mente, y forman las estructuras de nuestra subjetividad (Socialización). Aparentemente el habitus parece algo innato, aunque se forma de esquemas de percepción y valoración de una estructura social. Hace referencia a aquello que se ha adquirido y se incorpora en el cuerpo de forma duradera. De esta concepción Bourdieu intenta romper con el dualismo existente hasta el momento entre el fisicalismo objetivista sin sujeto y el subjetivismo fenomenológico sin estructura.

Es el punto en el que convergen la sociedad y el individuo, pues es una ola, que por un lado nos dice la manera a ser, o es la manera en la que uno ya ha asimilado -tal vez de manera inconsciente- sus patrones y la voluntad de uno propio y de querer, o no, modificar ese habitus. El producto de una empresa de aprendizaje que todos los campos sociales utilizan para ejercer control y apropiación.

El habitus de clase vendría siendo la posición del agente dentro de la estructura de una clase social, donde el individuo contribuye a su producción y reproducción de este mismo sistema de relaciones entre las clases. No es un simple estilo de vida que se deriva de pertenecer a una clase sino que implica la totalidad de nuestros actos y pensamientos, pues es la base con la cual tomamos determinadas decisiones. La base de todas nuestras acciones es el mismo habitus de clase. Es el pilar que conforma el mero conjunto de conductas y juicios aprendidos aunque pareciese que es lo “natural”, como lo llama Bourdieu, en nosotros: nuestros gestos, gustos, lenguaje, etc. Por ello las personas de determinadas clases sociales comparten los mismos gustos que aquellos que se encuentran en su mismo habitus social, estas afinidades electivas.


Campo 

Artículo principal: Campo

El campo es una red de relaciones objetivas entre posiciones objetivamente definidas –en su existencia y en las determinaciones que ellas imponen a sus ocupantes- por su situación (situs) actual y potencial en la estructura de las distribuciones de las especies de capital (o de poder) cuya posición impone la obtención de beneficios específicos puestos en juego en el campo y, a la vez, por su relación objetiva con las otras posiciones.


Los campos sociales son espacios de juego históricamente constituidos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias.


Campo - dominante y dominado 

El campo es base de:


La existencia de un capital común (conocimientos, habilidades, poder, etc.). Por tanto se produce:

La lucha por su apropiación. Las personas con un interés común se movilizan para lograr sus objetivos. Por eso:

Los campos son dinámicos, no estáticos. Producen:

Una jerarquización entre quienes detentan el capital y aquellos que aspiran a tenerlo.

Existen dos niveles de análisis posibles: sincrónico y diacrónico

Los campos son las distintas configuraciones de clases o relaciones sociales, donde se unen para relacionarse. Bourdieu lo explicaba como si fuera una red, donde las relaciones son necesarias. Estas relaciones con su respectiva razón de ser y también con su estatus social que los hace relacionarse de tal o cual manera.


Para situar a los individuos con más claridad en los campos, Bourdieu propone que situemos a los individuos en un mapa. Estas posiciones de los individuos funcionan con parejas de oposiciones, p, ej: pobre/rico, valiente/cobarde. Así podemos analizar las diferencias en los individuos, según el campo en el que se encuentren, con más facilidad.


Condicionamiento

Pareciera en primera instancia, que al estar en determinado campo y ya estando dentro de éste, nos comportamos de una manera específica, gracias al habitus, por lo que nos encontraríamos determinados. Pero él diría, que sólo estamos condicionados. Y es aquí por lo que hace la analogía del juego, este “juego social” y es que existen ciertas reglas y casillas por las que te puedes mover, según tu posicionamiento y la pieza que te toca jugar. Te limita estar en cierta posición pero, dentro de lo posible, cada uno es capaz de decidir su propio movimiento.


Illusio 

Artículo principal: Illusio

Bourdieu nos dice que competimos despiadadamente, incluso aunque no conozcamos las reglas ni las fronteras de nuestro juego. El hecho de estar en este juego y de jugarlo sin siquiera saber por que lo jugamos es la illusio, que es una mera ilusión de lo que son nuestras pautas de conducta como modelos únicos a seguir. Es la creencia en el juego por parte de las dos posiciones que se disputan un tema en particular.


Capital Editar

Bourdieu a la hora de efectuar sus análisis sociológicos valora como capital no sólo el acumulable en forma de moneda, infraestructuras y bienes materiales intercambiables. Si sólo se considera capital al dinero, no pueden ser explicados los comportamientos aparentemente altruistas de los agentes que se mueven por el campo. Bourdieu incide en señalar que las prácticas de noble corazón se asientan también en una base interesada, crematística, económica, que permite al agente la acumulación de un capital que tiene que ser denominado de otra forma, y que es acumulado por el jugador de muchas maneras: como capital simbólico, en forma de honor, honradez, solvencia, competencia, generosidad, pundonor, entrega más allá de toda sospecha; como capital cultural interiorizado o incorporado, que es el que se adquiere en el seno de una familia (p. ej. de clase alta), o de una circunstancia concreta (una institución prestigiosa); como capital cultural objetivado, que es el visible en la acumulación de objetos extraordinarios, obras de arte que muestran el gusto distinguido del agente; como capital cultural institucionalizado, cuya forma más evidente la constituyen los títulos y diplomas; como capital social, conseguido a través de la red de relaciones que establece el agente por el campo. Todos esos capitales son transformables en capital económico, y viceversa. Son capitales que manifiestan su efectividad bajo la condición del disimulo, del fingimiento en la creencia de su no cualidad económica.

Poder 

Artículos principales: Relación de poder y Violencia simbólica.

Como todo buen juego, lo que hacemos es competir. Ahora, cada campo genera su capital. Cada agente trata de acrecentar sus capitales, usando las distintas estrategias de cada grupo que en cada campo se encuentra, para seguir incrementando su capital, es esto mismo lo que da pie a las jerarquías y a las revoluciones, generando estructuras para seguir con su capital, es decir con el poder.

Podemos ver, entonces, que cada campo trata de acrecentar su poder valiéndose de su capital y al tratar de salvaguardarlo se generan los conflictos. Así es como se va tejiendo esta relación entre las estructuras e historia, entre diacronía y sincronía. Sus comportamientos, como el motivo, se van conformando mutuamente. El poder aparece ya como un elemento de distracción que no podemos ignorar. Podríamos concluir que es aquella lucha que se genera tanto entre clases, individuos, ideologías, para conservar el mismo y acrecentar algún capital.

Arte y cultura 


Bourdieu es considerado un sociólogo de la cultura, a este respecto analiza la cultura desde la perspectiva de los campos en donde establece que las clases se diferencian por su relación con la producción, por la propiedad de ciertos bienes, pero también por el aspecto simbólico del consumo. En este caso la clase hegemónica se perpetúa en el campo económico, pero se legitima en el campo cultural.

La estética más legitimada en nuestra cultura es la burguesa aunque también existe la estética de los sectores medio y la estética popular; sin embargo, las consideradas obras de arte no son más que un objeto que existe sólo en la creencia colectiva de quienes la reconocen como tal. El valor que se le atribuye a la obra de arte aumenta conforme se legitime en la estética burguesa y en el colectivo de artistas que aceptan dichas reglas de jerarquización.

Para compartir la disposición estética de las obras culturales se debe contar con un entrenamiento sensible de clase a las cuales se accede a través de las posiciones en el campo. Participar del goce de las obras de arte manifiesta una posición privilegiada en el espacio social. Las prácticas culturales burguesas tratan de simular que sus privilegios se justifican por algo más estético y noble que el capital, eso es la cultura.

Así, Bourdieu plantea que “El arte no existe”, lo que existe son diversos tipos de producciones legitimadas y aceptadas por los grupos hegemónicos políticos que tratan de salvar su posición en el campo por el gusto de la acumulación de estética.

La sociología es un deporte de combate 

Se trata de un documental[10]​ en el que se narra la vida académica de tan afamado sociólogo. En él podemos ver desde sus momentos de mayor gloria hasta las situaciones angustiosas a las que le sometieron algunas de las personas con las que se enfrentó a lo largo de su carrera, saliendo victorioso.

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