2015/05/26

DERMATOSIS MAS FRECUENTES



LESIONES PIGMENTADAS
NEVOS MELANOCÍTICOS (lunares normales)
Por lo regular, un nevo benigno es una lesión pequeña (<6 mm)
bien circunscrita con un borde bien definido y una coloración
beige o rosa a pardo oscuro. La exploración física es más importante
que el interrogatorio.
Los nevos tienen una evolución normal. En el primer decenio
de vida del paciente, aquéllos suelen aparecer como lesiones pardas,
pequeñas, planas. Se llaman nevos de unión porque las células
de la lesión se encuentran en la unión de la epidermis y la
dermis. Durante las dos décadas siguientes, estos nevos crecen de
tamaño y con frecuencia se elevan, lo cual indica la aparición
de un componente dérmico, que da lugar a un nevo compuesto
(fig. 6-1). Los nevos pueden oscurecerse y crecer durante el embarazo.
A medida que los pacientes caucásicos pasan a su séptimo
y octavo decenios de edad, casi todos los nevos pierden su componente
de unión y pigmentación. No obstante, en todas las etapas
de la vida, los nevos normales deben estar bien delimitados,
ser simétricos y tener un contorno y color uniformes.
Bishop JN et al. The prevention, diagnosis, referral and management of
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Cuadro 6–2. Fármacos dermatológicos tópicos útiles. (Continuación)
Fármaco
Formulaciones
y concentraciones Aplicación
Clase de
potencia Indicaciones frecuentes Comentarios
Ceratopic cream Crema: 120 g Cada 12 h N/A Xerosis, eccema Contiene ceramida; humectante
antiinflamatorio y no grasoso
U-lactin Loción: 240 ml
Sin prescripción
Una vez al día N/A Hiperqueratosis de talones Humedece y retira la queratina
1Tacrolimús y pimecrolimús tópicos deben usarse sólo cuando los demás tratamientos tópicos son ineficaces. El tratamiento debe limitarse a una zona y
una duración lo más pequeñas posible. Deben evitarse estos fármacos en personas con inmunodepresión conocida, infección por VIH, trasplante de médula
ósea y órganos, linfoma, alto riesgo de padecer linfoma y aquellos con antecedente de linfoma.
N/A, no aplicable.

102 2011
NEVOS ATÍPICOS
El término “nevo atípico” ha sustituido al de “nevo displásico”. El
diagnóstico de nevos atípicos se establece por medios clínicos y
no con un estudio histopatológico, y los nevos sólo deben extirparse
si se sospecha que son melanomas. Desde el punto de vista
clínico, estos nevos son grandes (6 mm de diámetro o mayores)
con un borde irregular, mal definido y con pigmentación heterogénea
(fig. 6-2). Se estima que 5 a 10% de la población estadounidense
tiene uno o más nevos atípicos. Los estudios definieron un
riesgo mayor de melanoma en las poblaciones siguientes: individuos
con 50 nevos o más, con uno o más nevos atípicos, nevo que
mide más de 8 mm de tamaño y enfermos con unos cuantos a
muchos nevos que sin duda son atípicos. Estos pacientes deben
recibir orientación y ser vigilados de manera periódica (por lo
general cada seis a 12 meses). Los antecedentes de melanoma familiar
(múltiples nevos atípicos y un antecedente familiar fuerte)
ameritan una atención incluso más rigurosa, ya que el riesgo de
generar melanomas simples o incluso múltiples en estos sujetos se
aproxima a 50% alrededor de los 50 años de edad.
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NEVOS AZULES
Los nevos azules son lesiones pequeñas, un poco elevadas, de
color negro azuloso (fig. 6-3); son frecuentes en personas de origen
asiático y un solo individuo puede tener varios de ellos. Si no
muestran alteraciones durante muchos años, estas lesiones pueden
considerarse benignas, ya que son infrecuentes los nevos
azules malignos. Sin embargo, pápulas y nódulos de color azuloso-
negruzco nuevos o que aumentan de tamaño deben valorarse
para descartar un melanoma nodular.
Bogart MM et al. Blue nevi: a case report and review of the literature.
Cutis. 2007 Jul;80(1):42–4. [PMID: 17725063]
PECAS Y LENTIGOS
Las pecas (efélides) y los lentigos son manchas pardas planas. Las
pecas aparecen por primera vez en preescolares, se oscurecen con
la exposición a la luz ultravioleta y palidecen cuando cesa la exposición
al sol. En adultos, los lentigos aparecen en forma gradual
en áreas expuestas al sol, sobre todo el dorso de las manos, parte
superior de la espalda y parte superior del pecho, a partir del
cuarto o quinto decenio de edad. En la parte superior de la espalda
pueden tener borde irregular (lentigos en mancha de tinta).
No se desvanecen cuando se suspende la exposición solar. Las
pecas han de valorarse como todas las lesiones pigmentadas: si la
pigmentación es homogénea y son simétricas y planas, es muy
probable que sean benignas. Pueden tratarse con tretinoína tópica
al 0.1%, tazaroteno al 0.1%, 4-hidroxianisol al 2% con 0.01% de
tretinoína, tratamiento con láser y crioterapia.
QUERATOSIS SEBORREICA
Ésta consiste en placas benignas, de color beige a pardo o incluso
negro, de 3 a 20 mm de diámetro, con superficie aterciopelada o
verrugosa (fig. 6-4). Las lesiones parecen pegadas o pintadas en la
piel. Son en extremo frecuentes (sobre todo en las personas de
edad avanzada) y pueden confundirse con melanomas u otros
tipos de neoplasias cutáneas. Aunque es posible congelarlas con
nitrógeno líquido o rasparse si causan prurito o están inflamadas,
no requieren tratamiento.
Askari SK et al. Evaluation of prospectively collected presenting signs/
symptoms of biopsy-proven melanoma, basal cell carcinoma, squamous
cell carcinoma, and seborrheic keratosis in an elderly male population.
J Am Acad Dermatol. 2007 May;56(5):739–47. [PMID:
17258839]
MELANOMA MALIGNO
_ Puede ser plano o elevado.
_ Debe sospecharse en cualquier lesión cutánea pigmentada
con cambio reciente del aspecto.
_ La exploración con buena luz puede mostrar colores variables,
como rojo, blanco, negro y azuloso.
_ Los bordes suelen ser irregulares.
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
El melanoma maligno es la principal causa de muerte por enfermedad
de la piel. Existen alrededor de 62 000 casos de melanoma
en Estados Unidos cada año, 35 000 en varones (representan 5% de
todos los cánceres en varones) y 27 000 casos en mujeres (representan
4% de todos los cánceres en mujeres). Uno de cada cuatro
casos de melanoma ocurre antes de los 40 años de edad. La supervivencia
general para los melanomas en personas de raza blanca se
ha elevado de 60% entre 1960 y 1963 hasta 91% en la actualidad,
sobre todo por la detección más temprana de las lesiones.
El factor aislado más importante para el pronóstico es el espesor
del tumor. Los índices de supervivencia a 10 años (en relación
con el espesor en milímetros) son como sigue: mayor de 1 mm,
95%; 1 a 2 mm, 80%; 2 a 4 mm, 55%, y mayor de 4 mm, 30%.
Cuando aparecen metástasis en los ganglios linfáticos, la supervivencia
a cinco años es de 30%; si surgen metástasis a distancia,
aquélla es menor de 10%.
_ Manifestaciones clínicas
Los melanomas malignos primarios pueden clasificarse en varios
tipos clinicohistológicos, como melanoma lentigo maligno (el
Nevo azul en la mejilla izquierda, con cierto
parecido a un melanoma. (Por cortesía de Richard P. Usatine,
MD; usada con autorización de Usatine RP, Smith MA, Mayeaux EJ
Jr, Chumley H, Tysinger J. The Color Atlas of Family Medicine.
McGraw-Hill, 2009.) Queratosis seborreica “con apariencia de estar
pegada”, pero con bordes irregulares y variación de color sospechosa
de posible melanoma. (Por cortesía de Richard P.
Usatine, MD; usada con autorización de Usatine RP, Smith MA,
Mayeaux EJ Jr, Chumley H, Tysinger J. The Color Atlas of Family
Medicine. McGraw-Hill, 2009.)
104 2011
cual surge en la piel de individuos de edad avanzada que se han
expuesto al sol de manera prolongada); melanoma maligno superficial
diseminado (66% de éstos aparece en piel expuesta al sol
de modo intermitente); melanoma maligno nodular; melanoma
lentiginoso acral (surge en las palmas de las manos, las plantas de
los pies y los lechos ungueales); melanomas malignos en mucosas.
Las características clínicas de las lesiones pigmentadas con
sospecha de melanoma son un borde irregular elevado en el cual
parece escapar el pigmento hacia la piel normal circundante; así
como una topografía que puede ser irregular, es decir, en parte
elevada y en parte plana (figs. 6-5 y 6-6). Hay variación del color,
y los colores rosa, azul, gris, blanco y negro son indicaciones para
enviar al paciente con un especialista. Una mnemotecnia útil es la
regla del ABCD: “ABCD = asimetría, borde irregular, color variegado
y diámetro mayor de 6 mm”. Puede añadirse “E” de evolución.
El antecedente de modificación de un nevo (evolución) es la
razón aislada de mayor importancia para la valoración y el envío
con un especialista. La hemorragia y la ulceración constituyen
signos de mal pronóstico. Un nevo que destaca entre otras lesiones
similares requiere estudio especial: “signo del patito feo”. Un
paciente con un gran número de nevos tiene, por estadística, un
riesgo mayor de melanoma y amerita una exploración cuidadosa
y periódica, en particular si las lesiones son atípicas. Siempre es
apropiado enviar con el especialista a los individuos con lesiones
pigmentadas sospechosas.
Si bien el melanoma superficial diseminado es en gran parte
una enfermedad de caucásicos, las personas de otros grupos étnicos
tienen el riesgo de padecer otros tipos de melanoma, en particular
el lentiginoso acral. Aquéllos aparecen como lesiones oscuras,
en ocasiones con forma irregular, en las palmas de las
manos y las plantas de los pies y como estrías longitudinales de
pigmentación oscura nuevas, con frecuencia amplias y solitarias
en las uñas. A veces es difícil diagnosticar el melanoma lentiginoso
acral porque las lesiones pigmentadas benignas de las manos,
los pies y las uñas ocurren muchas veces en individuos de pigmentación
oscura, y algunos médicos dudan de tomar biopsias de
las palmas de las manos, las plantas de los pies y los lechos ungueales.
Como resultado, suele retrasarse el diagnóstico hasta que
el tumor se ha tornado evidente desde el punto de vista clínico e
histológicamente grueso. Los médicos deben prestar especial
atención a lesiones nuevas o cambiantes en estas áreas.
La dermoscopia (uso de un dispositivo de amplificación especial
para valorar lesiones pigmentadas) ayuda a seleccionar anomalías
sospechosas que requieren biopsia. En manos expertas, la
especificidad es de 85% y la sensibilidad de 95%.
_ Tratamiento
Éste consiste en la extirpación del melanoma. Después del diagnóstico
histológico, suele eliminarse de nuevo el área con márgenes
indicados por el grosor del tumor. Las neoplasias delgadas de
riesgos bajo e intermedio sólo requieren márgenes conservadores
de 1 a 3 cm. De manera más específica, se recomiendan márgenes
quirúrgicos de 0.5 cm en el melanoma in situ y de 1 cm para lesiones
menores de 1 mm de espesor.
La biopsia del ganglio linfático centinela (linfadenectomía selectiva)
con gammagrafía de ganglio linfático en el preoperatorio
y mapeo linfático transoperatorio, permite establecer la etapa en
individuos con melanoma con riesgo intermedio sin adenopatía
clínica, y se recomienda en todos los enfermos con lesiones mayores
de 1 mm de espesor o características histopatológicas de
alto riesgo. Es indipensable enviar a los enfermos con riesgo intermedio
y alto a centros especializados en melanomas.
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105TRASTORNOS DESCAMATIVOS
DERMATITIS ATÓPICA (eccema)
_ Exantema pruriginoso, exudativo o liquenificado en cara,
cuello, parte superior del tronco, muñecas y manos, así
como en los pliegues antecubitales y poplíteos.
_ Antecedente personal o familiar de manifestaciones alérgicas
(p. ej., asma, rinitis alérgica y dermatitis atópica).
_ Tendencia a recurrir.
_ De inicio en la infancia en la mayor parte de los casos. El
comienzo después de los 30 años de edad es muy poco
frecuente.
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
El aspecto de la dermatitis atópica varía con la edad y con el
grupo étnico. Los criterios diagnósticos de la dermatitis atópica
deben incluir prurito, morfología típica y distribución (liquenificación
en los pliegues de flexión, eccema de manos, pezones y
párpados en los adultos), con inicio en la infancia y cronicidad.
También son útiles: 1) los antecedentes personales o familiares de
enfermedad atópica (asma, rinitis alérgica, dermatitis atópica); 2)
la xerosis-ictiosis; 3) la palidez facial con oscurecimiento infraorbitario;
4) el incremento de la inmunoglobulina E (IgE) sérica, y
5) las infecciones cutáneas repetidas.
_ Manifestaciones clínicas
A. Signos y síntomas
El prurito puede ser intenso y prolongado. Las placas rojas, ásperas,
por lo general sin el grosor y la demarcación de la soriasis
afectan la cara, el cuello y la parte superior del tronco. A menudo
se alteran las zonas de flexión de codos y rodillas. En casos crónicos
la piel es seca, correosa y liquenificada. Las personas pigmentadas
pueden tener placas hipopigmentadas mal delimitadas (pitiriasis
alba) y éstas se observan a menudo en las mejillas y las
extremidades. En pacientes de raza negra con enfermedad grave,
quizá se pierda la pigmentación en áreas liquenificadas. Durante
las exacerbaciones agudas, a menudo se extiende el eritema con
exudación, ya sea difusa o en placas definidas.
B. Datos de laboratorio
La alergia alimentaria es una causa poco frecuente de exacerbaciones
de dermatitis atópicas en adultos. Las pruebas de radioalergosorbencia
sérica (RAST) o las pruebas cutáneas pueden
sugerir alergia por ácaros del polvo. Tal vez se encuentre eosinofilia
y aumento de las concentraciones séricas de IgE.
_ Diagnóstico diferencial
La dermatitis atópica debe diferenciarse de la dermatitis seborreica
(menos pruriginosa, afección frecuente de cuero cabelludo y
cara, lesiones grasosas y escamosas, así como respuesta rápida al
tratamiento). Las infecciones secundarias por estafilococos pueden
exacerbar la dermatitis atópica y deben tenerse en cuenta
durante las crisis hiperagudas de secreción de la dermatitis atópica.
La formación de fisuras en el punto de unión del lóbulo de la
oreja y el cuello es un signo cardinal de infección secundaria.
Puesto que casi todos los pacientes con dermatitis atópica tienen
afecciones cutáneas antes de los cinco años, un diagnóstico nuevo
de dicha dermatitis en un adulto mayor de 30 años de edad debe
establecerse con precaución y sólo después de una interconsulta
con el dermatólogo. Las dermatitis similares a la atópica vinculadas
con un aumento notorio de inmunoglobulina E; los abscesos
estafilocócicos recurrentes, a veces fríos; la neumonía recurrente
con formación de neumatocele, y la retención de la dentición
primaria pueden indicar el síndrome de hiper-IgE.
_ Tratamiento
Es crucial instruir al paciente sobre la manera exacta de cuidar la
piel y de aplicar los medicamentos para que el tratamiento de
la dermatitis atópica surta efecto.
A. Medidas generales
Los individuos con atopia tienen una piel muy sensible. Cualquier
factor que la seca o la irrita tiene la posibilidad de originar dermatitis.
Los sujetos con atopia son sensibles a la humedad baja y
suelen empeorar en el invierno. Los adultos con trastornos atópicos
no deben bañarse más de una vez al día. El jabón debe limitarse
a las axilas, las ingles, el cuero cabelludo y los pies. No han
de utilizar paños para lavar ni cepillos. Después de enjuagar, es
necesario secar la piel con golpecitos suaves (no frotarse) y, a continuación,
cubrirse de inmediato (en el transcurso de 3 min) con
una película delgada de un emoliente, petrolato, o un corticoesteroide
según se requiera. En Estados Unidos, es posible usar un
producto especial si se sospecha dermatitis por contacto con aditivos
de medicamentos. Los pacientes con atopia pueden irritarse
con telas ásperas, como lanas y acrílicos. Son preferibles los paños
de algodón, pero también se toleran las mezclas de fibras sintéticas.
Otros desencadenantes de eccema en algunas personas son la
sudación, los ungüentos, el baño caliente y la caspa de animales.
En adultos, las alergias alimentarias constituyen una causa muy
inusual de dermatitis atópica o de sus exacerbaciones.
B. Tratamiento local
Deben aplicarse corticoesteroides con moderación en la dermatitis
una o dos veces al día y frotarse bien. Su potencia debe ser
apropiada para la gravedad de la dermatitis. En general, es posible
comenzar con triamcinolona al 0.1% o un corticoesteroide más
106 2011
potente y, a continuación, disminuirse de manera gradual a hidrocortisona
u otro corticoesteroide un poco más potente. Es
indispensable que el paciente reduzca de modo gradual los corticoesteroides
y los sustituya por emolientes cuando mejora la
dermatitis a fin de evitar los efectos adversos de esos fármacos.
También es importante disminuirlos poco a poco para evitar las
exacerbaciones por rebote de la dermatitis, las cuales pueden
surgir cuando se interrumpen de forma súbita. Los ungüentos de
tacrolimús (0.03 o 0.1%) y pimecrolimús pueden ser eficaces en
el tratamiento de la dermatitis atópica cuando se aplican dos
veces al día. Casi en 50% de los pacientes que utilizan tacrolimús
y en 10 a 25% de los que emplean pimecrolimús se siente ardor al
aplicarlos pero esto puede eliminarse con la continuación del
tratamiento. Estos fármacos al parecer no causan atrofia de la
piel, estrías ni otros efectos adversos vinculados con los corticoesteroides
tópicos y son seguros para usarse en el rostro e incluso
en los párpados.
La FDA emitió una advertencia de recuadro negro para tacrolimús
y pimecrolimús tópicos debido a las preocupaciones sobre
el desarrollo de linfoma de células T. Estos fármacos deben utilizarse
muy poco y sólo cuando es imposible contar con corticoesteroides
menos costosos. El tacrolimús y el pimecrolimús deben
evitarse en individuos con riesgo alto de linfoma (es decir, en
casos de infección por virus de inmunodeficiencia humana
(VIH), inmunodepresión yatrógena, linfoma previo). El tratamiento
de la dermatitis atópica se rige por la etapa de la misma
(aguda/húmeda, subaguda/escamosa o crónica/liquenificada).
1. Lesiones exudativas agudas. Es necesario usar agua o solución
de subacetato de aluminio o avena coloidal, como baños o
apósitos húmedos, calmantes o astringentes durante 10 a 30 min
dos a cuatro veces al día. Las lesiones en las extremidades en
particular pueden vendarse para protegerse por la noche. Deben
utilizarse corticoesteroides de alta potencia después del baño,
pero sin aplicarlos en la cara ni en los pliegues corporales. Tal vez
en esta etapa no se tolere el tacrolimús. Quizá se necesiten corticoesteroides
sistémicos (véase más adelante).
2. Lesiones subagudas o escamosas. En esta etapa, las lesiones
son secas, pero aún se encuentran eritematosas y pruriginosas.
Deben continuarse los corticoesteroides de potencia media o alta
en forma de ungüento, en tanto desaparecen las lesiones cutáneas
elevadas y con descamación, y disminuya de manera sustancial el
prurito. En este momento, los pacientes deben reducir de modo
gradual los corticoesteroides tópicos durante dos a cuatro semanas,
de dos veces al día a una vez y luego a dosis en días alternos
hasta recurrir sólo a los emolientes, con el uso ocasional de corticoesteroides
en áreas pruriginosas específicas. En lugar de reducir
poco a poco la frecuencia de utilización de un corticoesteroide
más potente, suele preferirse cambiar a uno de potencia baja. El
tacrolimús y el pimecrolimús son alternativas más costosas y
pueden añadirse si es imposible suspender los corticoesteroides a
fin de evitar las complicaciones del uso de estos medicamentos
tópicos por tiempo prolongado.
3. Lesiones liquenificadas crónicas secas. Las lesiones engrosadas
y por lo general bien delimitadas se tratan mejor con ungüentos
de corticoesteroides de potencia alta a ultraalta. La oclusión
nocturna durante dos a seis semanas suele mejorar la
respuesta inicial. En ocasiones, quizá sea beneficioso añadir preparaciones
de alquitrán como LCD (detergente de licor carbónico)
al 10% en petrolato o aceite mineral, o alquitrán de hulla al 2%.
4. Tratamiento de sostén. Una vez que mejoran los síntomas, se
recomienda aplicar de manera constante humectantes eficaces
para evitar exacerbaciones. En los individuos con enfermedad
moderada, el uso de corticoesteroides tópicos sólo durante el fin
de semana puede evitar exacerbaciones.
C. Tratamiento sistémico y coadyuvante
Los corticoesteroides sistémicos sólo están indicados en exacerbaciones
agudas graves. Las dosis de prednisona por vía oral
deben ser lo bastante altas para suprimir con rapidez la dermatitis,
y se comienza casi siempre con 40 a 60 mg/día en adultos. A
continuación, se disminuye de modo gradual la dosis hasta suprimirla
durante un periodo de dos a cuatro semanas. Debido a la
naturaleza crónica de la dermatitis atópica y a los efectos adversos
de los corticoesteroides sistémicos por tiempo prolongado, no se
recomienda utilizar estos medicamentos mucho tiempo para
tratamiento de sostén. Los antihistamínicos clásicos pueden aliviar
el prurito intenso. Suelen ser útiles hidroxizina, difenhidramina
o doxepina (se aumenta de manera gradual la dosis para
evitar somnolencia). La naltrexona oral beneficia a algunos pacientes.
Las fisuras, costras, erosiones o pústulas son indicaciones
clínicas de infección estafilocócica. Pueden ser útiles los antibióticos
sistémicos con actividad contra estafilococos, como una
cefalosporina de primera generación o doxiciclina, si se sospecha
la presencia de Staphylococcus aureus resistente a meticilina. Se
recomiendan cultivos a fin de excluir S. aureus resistente a meticilina.
La fototerapia quizá sea un auxiliar importante en pacientes
con afección grave, y algunos individuos bien seleccionados
con una enfermedad resistente se benefician de manera considerable
con el tratamiento mediante luz ultravioleta B con alquitrán
de hulla o PUVA ([p]soralenos más luz ultravioleta A), o sin ellos.
En casos más graves y resistentes pueden proporcionarse ciclosporina
por vía oral, mofetilo de micofenolato, metotrexato o
azatioprina.
_ Complicaciones del tratamiento
Los médicos deben vigilar la aparición de atrofia de la piel. El
eccema herpético, una infección por herpes simple generalizada
que se manifiesta por vesículas monomorfas, costras o erosiones
superpuestas en la dermatitis atópica u otros procesos eccematosos
extensos, se trata de manera aceptable con aciclovir por vía
oral, 200 mg cinco veces al día, o aciclovir por vía intravenosa en
dosis de 10 mg/kg cada 8 h (500 mg/m2 cada 8 h). El tacrolimús
y el pimecrolimús aumentan el riesgo de eccema herpético.
Los pacientes con antecedentes de dermatitis atópica o que la
padecen en el presente tienen contraindicación absoluta para
la vacunación contra la viruela, por el riesgo de eccema ulterior
a la inmunización (infección diseminada por vacuna, con preferencia
en áreas con dermatitis). Tal vez aparezca viruela vacunoide
generalizada en individuos con dermatitis atópica que tienen
contacto con receptores de vacunas recientes que aún presentan
pústulas o costras en los sitios de vacunación. El eccema por inmunización
y la variolovacuna generalizada son indicaciones
para inmunoglobulina de variolovacuna.
_ Pronóstico
La dermatitis atópica sigue un curso crónico o intermitente. Los
adultos afectados pueden manifestar dermatitis sólo en las
manos. En la dermatitis atópica, los factores de mal pronóstico de
TRASTORNOS DERMATOLÓGICOS 2011 107
persistencia hasta la vida adulta incluyen inicio temprano en la
infancia, enfermedad generalizada temprana y asma. Sólo 40 a
60% de estos pacientes tiene remisiones duraderas.
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LIQUEN SIMPLE CRÓNICO
(neurodermatitis circunscrita)
_ Prurito y rascado crónicos.
_ Lesiones liquenificadas con líneas cutáneas exageradas
que recubren una placa escamosa engrosada y bien circunscrita.
_ Predilección por nuca, muñecas, superficies externas de
antebrazos, extremidades inferiores, escroto y vulva.
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
El liquen simple crónico expresa una conducta aprendida en la
que el paciente mismo perpetúa el ciclo de prurito-rascado y es
muy difícil de modificar.
_ Manifestaciones clínicas
El prurito intermitente incita al paciente a rascar las lesiones. En
ocasiones, el prurito es tan intenso que interfiere con el sueño.
Aparecen placas liquenificadas secas, correosas, hipertróficas en
cuello, tobillos o perineo (fig. 6-7). Las placas son rectangulares,
engrosadas e hiperpigmentadas y se exageran las líneas de la
piel.
_ Diagnóstico diferencial
Este trastorno puede diferenciarse de lesiones en placas, como
soriasis (alteraciones eritematosas con descamación blanquecina
en codos, rodillas, cuero cabelludo y uñas), liquen plano (pápulas
poligonales violáceas, por lo general más pequeñas) y dermatitis
numular (con forma de moneda). El liquen simple crónico puede
complicar una dermatitis atópica crónica.
_ Tratamiento
En las lesiones extragenitales son eficaces los corticoesteroides
tópicos superpotentes, con oclusión o sin ella, cuando se utilizan
dos veces al día durante varias semanas. En algunos casos, es más
útil la cinta de flurandrenólido, ya que impide el rascado y el
frotamiento de la lesión. En ocasiones se obtiene la curación con
la inyección de acetónido de triamcinolona en suspensión (5 a 10
mg/ml) en las lesiones. También puede ser útil la oclusión continua
con un apósito hidrocoloide flexible durante siete días a la
vez, por uno a dos meses. Es necesario proteger el área y recomendar
al paciente que evite el rascado. Para lesiones genitales,
véase la sección Prurito anogenital.
_ Pronóstico
La enfermedad tiende a remitir durante el tratamiento, pero suele
recurrir o manifestarse en otro sitio.
SORIASIS
_ Placas eritematosas brillantes con descamación grisácea
(plateada), bien delimitadas, casi siempre en rodillas,
codos y cuero cabelludo.
_ Alteraciones en las uñas, como depresiones y onicólisis
(separación de la placa de la uña del lecho).
_ Prurito leve (habitual).
_ Puede acompañarse de artritis soriásica.
_ Los pacientes con soriasis tienen mayor riesgo de síndrome
metabólico y linfoma.
_ El estudio histopatológico casi nunca es útil y quizá cause
confusión.
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
La soriasis es una enfermedad inflamatoria crónica benigna, frecuente
de la piel, cuyo origen es genético. La lesión o la irritación
de la piel normal tiende a inducir lesiones de soriasis en el sitio
(fenómeno de Koebner). La soriasis tiene algunas variantes, de las
cuales, la más frecuente es la placa. La soriasis exantemática (en
gotas) consiste en una miríada de lesiones de 3 a 10 mm de diámetro
y ocurre de forma ocasional después de una faringitis estreptocócica.
Rara vez aparecen modalidades graves que a veces
ponen en peligro la vida (soriasis pustulosa y eritrodérmica generalizada).
La infección por VIH puede acompañarse de soriasis en
placas o eritrodérmica extensa de inicio repentino.
_ Manifestaciones clínicas
A menudo no hay síntomas, pero puede surgir prurito y ser intenso.
Los sitios preferidos abarcan cuero cabelludo, codos, rodillas,
palmas de las manos y plantas de los pies, así como uñas (fig. 6-8).
Las lesiones son placas rojas, muy bien definidas, recubiertas con
escamas plateadas (fig. 6-9). Tal vez se observe afección del glande
del pene y la vulva. En ocasiones sólo se afectan los pliegues de
flexión (axilas, ingles). Un punteado fino (“hoyuelos”) en las uñas
es muy indicativo de soriasis. Con frecuencia, los individuos con
esta enfermedad poseen un pliegue interglúteo de color rosado o
rojizo. No todos los pacientes tienen manifestaciones en todos los
sitios, pero la aparición de unos cuantos suele establecer el diagnóstico
cuando otras lesiones no son típicas. Algunos enfermos
presentan dermatitis con predominio en manos o pies y sólo manifestaciones
mínimas en otras regiones. Tal vez se detecte artritis
concomitante, con mayor frecuencia distal y oligoarticular, aunque
puede hallarse la variedad reumatoide con factor reumatoide
negativo. El efecto psicosocial de la soriasis es un factor importante
para decidir el tratamiento del paciente.
_ Diagnóstico diferencial
Es diagnóstica la combinación de placas rojas con escamas plateadas
en codos y rodillas, con descamación en el cuero cabelludo o
datos ungueales (fig. 6-8). Las lesiones soriásicas se encuentran
bien delimitadas y afectan superficies extensoras, a diferencia de
la dermatitis atópica con placas mal definidas de distribución en
áreas de flexión. En los pliegues corporales, el raspado y el cultivo
para Candida y la exploración del cuero cabelludo y las uñas permiten
distinguir la soriasis del intertrigo y la candidosis. Las alteraciones
distróficas en las uñas suelen simular onicomicosis pero,
TRASTORNOS DERMATOLÓGICOS 2011 109
una vez más, en el diagnóstico es conveniente la exploración general
combinada con una preparación en fresco con hidróxido de
potasio (KOH) o el cultivo para hongos. Las características cutáneas
de la artritis reactiva (síndrome de Reiter) simulan soriasis.
_ Tratamiento
Hay muchas opciones terapéuticas en la soriasis de acuerdo con
la extensión (superficie corporal afectada) y la presencia de otros
datos (p. ej., artritis). Algunos fármacos, como los bloqueadores
β, los antipalúdicos, las estatinas y el litio, pueden exacerbar o
agravar la soriasis. Incluso las dosis mínimas de corticoesteroides
sistémicos en pacientes con soriasis tal vez originen graves exacerbaciones
por rebote de la enfermedad cuando se reduce la
dosis. Nunca han de suministrarse corticoesteroides sistémicos
para tratar las exacerbaciones de la soriasis. En general, los sujetos
con soriasis moderada a intensa deben ser atendidos por un
dermatólogo o con su participación.
A. Enfermedad limitada
Para pacientes con numerosas placas pequeñas, la fototerapia es la
mejor alternativa (véase más adelante). Para pacientes con placas
más grandes y afección en menos del 10% de la superficie corporal,
el régimen más sencillo es usar un corticoesteroide tópico ultrapotente
en crema o ungüento. Es mejor restringir estos últimos
a dos a tres semanas de aplicación dos veces al día y luego
utilizarlos de modo intermitente, tres a cuatro veces en fines de
semana o cambiar a un corticoesteroide de potencia media. Los
corticoesteroides tópicos rara vez inducen una remisión duradera.
Ellos pueden hacer que la soriasis se torne inestable. Por tanto, a
menudo se añaden otras medidas a la corticoterapia tópica. El
ungüento de calcipotrieno al 0.005%, un análogo de la vitamina D,
se utiliza dos veces al día en la soriasis en placas. Al inicio, los
pacientes reciben tratamiento con corticoesteroides dos veces al
día aunado a calcipotrieno dos veces al día. Ello cura las lesiones
con rapidez. A continuación, se utiliza calcipotrieno solo una vez
al día y con el corticoesteroide una vez al día por varias semanas.
Por último, se suspenden los corticoesteroides tópicos y se continúa
por tiempo prolongado el calcipotrieno una o dos veces al día.
Este último casi nunca se aplica en la región inguinal o la cara
porque causa irritación. El tratamiento de la soriasis extensa con
calcipotrieno puede generar hipercalciemia; además, es incompatible
con muchos corticoesteroides tópicos (pero no con el halobetasol),
de tal manera que si se utiliza de modo simultáneo, debe
aplicarse en una hora diferente. Los preparados de alquitrán, con
alguna crema (detergentes de licor carbónico) al 10% en loción,
solos o mezclados de forma directa con triamcinolona al 0.1%, son
complementos útiles cuando se aplican dos veces al día. Se ha
demostrado que la oclusión sola cura placas aisladas en 30 a 40%
de los casos. Se colocan vendajes hidrocoloides delgados oclusivos
sobre las lesiones y se dejan tal cual el mayor tiempo posible (un
mínimo de cinco días, hasta siete días), luego se cambian. Es posible
observar respuestas en el transcurso de varias semanas.
Para el cuero cabelludo, debe comenzarse con un champú de
alquitrán, todos los días si es posible. En caso de escamas gruesas,
se utiliza gel de ácido salicílico al 6%, solución de fenol, aceite
mineral y glicerina o acetónido de fluocinolona al 0.01% en aceite,
cubriendo el cuero cabelludo con una gorra para baño por la
noche y con uso del champú en la mañana. A fin de aumentar
la potencia, se dispone de triamcinolona al 0.1%, o fluocinolona,
dipropionato de betametasona, fluocinonida o amcinonida y
clobetasol en presentación de solución para uso en el cuero cabelludo,
dos veces al día. En la soriasis de los pliegues del cuerpo es
difícil el tratamiento, ya que no pueden utilizarse corticoesteroides
potentes y otros fármacos se toleran mal. Tal vez sean eficaces
el ungüento de tacrolimús al 0.1 o 0.03% o una crema de pimecrolimús
al 1% en soriasis peniana, inguinal y facial.
B. Enfermedad moderada
La soriasis que afecta 10 a 30% del área de superficie corporal del
sujeto a menudo se trata con fototerapia ultravioleta, ya sea en un
consultorio médico o con una luz casera. También pueden administrarse
los fármacos sistémicos listados a continuación.
C. Enfermedad generalizada
Cuando la soriasis afecta más de 30% de la superficie del cuerpo, es
difícil tratarla con fármacos tópicos. El tratamiento de elección es
la exposición a luz ultravioleta B de banda estrecha (NB-UVB)
como paciente externo tres veces a la semana. La curación tiene
lugar en un promedio de siete semanas, pero en ocasiones se requiere
tratamiento de sostén. La soriasis grave que no responde a la
luz ultravioleta de forma ambulatoria puede tratarse en un centro
para cuidado diurno de soriasis con el régimen de Goeckerman, el
cual comprende el uso de alquitrán de hulla sin refinar durante
muchas horas y exposición a luz ultravioleta B. Este tratamiento
puede ofrecer la mejor posibilidad de remisiones prolongadas.
La aplicación de soralenos más luz ultravioleta A en ocasiones
es eficaz incluso en individuos que no reaccionaron al tratamiento
estándar con luz ultravioleta B de banda estrecha. La utilización
prolongada de soralenos más luz ultravioleta A se acompaña
de un riesgo mayor de cáncer de piel (en especial carcinoma epidermoide
y tal vez melanoma), en particular en personas de tez
blanca. Como consecuencia, es imprescindible examinar la piel
con periodicidad. Una complicación frecuente son los lentigos
atípicos. En individuos de tez clara, la piel envejece con rapidez.
No se han publicado casos de aparición de cataratas con el uso
apropiado de anteojos protectores. Los soralenos más luz ultravioleta
A pueden utilizarse en combinación con otros tratamientos,
como acitretina o metotrexato.
El metotrexato es muy eficaz en soriasis graves en dosis de hasta
25 mg una vez a la semana. Éste debe usarse de acuerdo con los
protocolos publicados. Al inicio del tratamiento con metotrexato,
se obtiene una biopsia hepática y se repite luego de un tiempo suficiente
para demostrar que el fármaco es eficaz y bien tolerado, y
más tarde a intervalos que dependen de la dosis acumulada, por lo
general 1.5 a 2 g. El suministrar ácido fólico, 1 a 2 mg/día, evita la
náusea causada por el metotrexato, sin alterar su eficacia.
La acitretina es un retinoide sintético muy eficaz para el tratamiento
de la soriasis pustulosa en dosis de 0.5 a 0.75 mg/kg/día.
Es indispensable medir de forma periódica las enzimas hepáticas
y los lípidos séricos. La acitretina es un teratógeno y persiste por
periodos prolongados en la grasa; por tanto, las mujeres en edad
fértil deben aguardar por lo menos tres años después de concluir
el tratamiento con acitretina antes de embarazarse. Cuando los
retinoides se proporcionan como fármacos aislados, causan aplanamiento
de las placas soriásicas, pero casi nunca dan por resultado
su desaparición completa. Los retinoides se utilizan además
combinados con fototerapia (luz ultravioleta B o soralenos más
luz ultravioleta A), con la cual actúan de manera sinérgica.
La ciclosporina mejora de manera notable la soriasis y sirve
para controlar los casos graves. La regla después de cesar el tratamiento
es una recurrencia rápida (rebote), de tal manera que
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debe añadirse otro medicamento si se suspende la ciclosporina.
Los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) etanercept,
50 mg dos veces a la semana, infliximab y adalimumab han mostrado
actividad antisoriásica. El infliximab tiene una respuesta
más rápida y puede prescribirse en caso de exacerbaciones pustulosas
o eritrodérmicas. El etanercept se utiliza con mayor frecuencia
en el tratamiento a largo plazo en dosis de 50 mg dos
veces a la semana durante tres meses, después, la dosis disminuye
a 25 mg dos veces a la semana. Los tres inhibidores del factor de
necrosis tumoral también pueden inducir soriasis. Por lo general,
el alefacept tiene eficacia moderada, pero en un pequeño porcentaje
de pacientes tiene una efectividad drástica. Los anticuerpos
monoclonales contra IL-12/23 (ustequinumab) también pueden
ser muy efectivos en la soriasis y cabe considerar su empleo en
lugar de un inhibidor del factor de necrosis tumoral.
_ Pronóstico
La evolución tiende a ser crónica e impredecible y la enfermedad
puede ser resistente al tratamiento. Los pacientes deben vigilarse
para detectar la aparición del síndrome metabólico, que es más
frecuente en pacientes con soriasis.
PITIRIASIS ROSADA
_ Exantema escamoso, oval, de color beige que sigue las
líneas de segmentación del tronco.
_ La placa precursora precede al exantema en una o dos
semanas.
_ Prurito ocasional.
BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
_ Generalidades
Es una enfermedad inflamatoria aguda leve, ordinaria, 50% más
frecuente en mujeres. Se afectan sobre todo adultos jóvenes, en
especial en la primavera o el otoño. Se han publicado casos concurrentes
en el hogar.
_ Manifestaciones clínicas
A menudo hay prurito, pero suele ser leve. El diagnóstico se establece
por el hallazgo de una o más lesiones clásicas, que consisten
en placas ovales de color beige hasta de 2 cm de diámetro (fig.
6-10). Los centros de éstas tienen un aspecto rizado (“papel de
cigarrillo”) y una escama en collarín, es decir, un pequeño trozo
de la escama unido en la periferia y libre en el centro. Sin embargo,
en el exantema sólo unas cuantas lesiones pueden tener este
aspecto característico. Las lesiones siguen las líneas de segmentación
del tronco (la llamada configuración “en árbol de Navidad”,
[fig. 6-11]) y suelen afectarse las porciones proximales de las extremidades.
Asimismo, se presenta una variante que afecta los
pliegues de flexión (axilas e ingles), llamada pitiriasis rosada inversa,
y una modalidad papulosa, sobre todo en los individuos de
raza negra. El exantema general suele ir precedido una a dos semanas
por una lesión inicial (“placa precursora”) con frecuencia
más grande que las lesiones ulteriores. El exantema casi siempre
dura seis a ocho semanas y sana sin cicatrización.
_ Diagnóstico diferencial
Debe efectuarse una prueba serológica para sífilis si no se encuentran
por lo menos unas cuantas lesiones perfectamente típicas
y, en especial, si hay lesiones palmares y plantares o en mucosas
o adenopatía, características que indican sífilis secundaria.
Para los inexpertos, es razonable una prueba RPR (reagina plasmática
rápida) en todos los casos. La tiña corporal puede manifestarse
con placas rojas, un tanto escamosas, pero hay pocas lesiones
de esta tiña comparadas con las múltiples lesiones de la
pitiriasis rosada. En ocasiones aparece dermatitis seborreica en el
cuerpo con placas mal delimitadas en el esternón, el área púbica
y las axilas. La tiña versicolor, los exantemas víricos y los exantemas
farmacoinducidos pueden parecer pitiriasis rosada.
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_ Tratamiento
La pitiriasis rosada casi nunca requiere tratamiento. En los asiáticos,
los hispanoamericanos o las personas de raza negra en quienes
las lesiones suelen permanecer hiperpigmentadas durante
algún tiempo, quizás esté indicado un régimen más enérgico. De
otro modo, las medidas terapéuticas no están indicadas a menos
que el paciente manifieste síntomas. Ningún tratamiento ha sido
útil en la pitiriasis rosada en estudios comparativos y repetidos.
Casi todos los dermatólogos recomiendan la utilización de luz
ultravioleta B o prednisona, como se usa para la dermatitis por
contacto, en casos graves o con síntomas muy importantes. En los
casos leves a moderados, se pueden suministrar corticoesteroides
tópicos de potencia media (triamcinolona al 0.1%) o también
antihistamínicos orales si el prurito es incómodo. Hay informes
de que la eritromicina, 250 mg cuatro veces al día por vía oral
durante 14 días, elimina las lesiones en 73% de los pacientes antes
de dos semanas (en comparación con ninguno de los pacientes
que recibió placebo).

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