ENFERMEDADES
POR GRANDES ALTITUDES
La gravedad de
las enfermedades de grandes altitudes se relaciona con la velocidad y altura
del ascenso, así como con la sensibilidad del individuo. _ La detección temprana y la
atención médica de los síntomas iniciales de estas anomalías deben prevenir su
progresión
Generalidades
Las enfermedades
de las grandes altitudes son secundarias a la hipoxia hipobarica generada a una
gran altura (mas de 2 000 m o 6 560 pies). Esto se debe a la salida de liquido
desde los espacios intravascular o extravascular, sobre todo en el cerebro y
pulmones. Por lo general, este fenomeno es resultado de una mayor actividad
fisica sin suficiente adaptacion, una educacion y preparacion insuficientes y
la predisposicion individual (algunas enfermedades preexistentes y consumo de
farmacos).
La
predisposicion individual constituye un elemento clave para el riesgo de sufrir
enfermedades de grandes altitudes. La presentacion puede ser con trastornos
agudos, subagudos o cronicos debidos a hipoxia hipobarica. La aclimatacion a
altitudes superiores a 5 500 m (18 045 pies) es incompleta o imposible, desde
el punto de vista fisiologico, aunque existen diferencias en la tolerancia
individual a la hipoxia. La gravedad de la enfermedad de gran altitud depende
de la velocidad y altura de ascenso, asi como de la susceptibilidad individual.
Las situaciones
que aumentan la susceptibilidad incluyen disfuncion cardiaca y pulmonar,
persistencia de ventana oval, trastornos sanguineos (p. ej., drepanocitosis),
embarazo, alteraciones neurologicas, cirugia reciente y muchas otras. Los
sujetos con enfermedad cardiaca o pulmonar sintomatica deben evitar las grandes
altitudes. La enfermedad de grandes altitudes comprende un espectro de
trastornos consecuentes a los efectos organicos, sobre todo cerebrales y
pulmonares.
Las manifestaciones de la enfermedad de
grandes altitudes son: 1) trastornos neurologicos de grandes altitudes (mal de
montana agudo, edema cerebral de gran altitud [HACE, high-altitude cerebral
edema]); 2) edema pulmonar de gran altitud (HAPE, high-altitude
pulmonary edema); 3) enfermedad de montana subaguda, y 4) enfermedad de
montana cronica (enfermedad de Monge). 1. Trastornos
neurológicos relacionados con gran altitud (mal de montaña agudo y edema cerebral
de gran altitud) El mal de montana agudo (AMS, acute
mountain sickness) incluye sintomas neurologicos y pulmonares, como cefalea
(el sintoma mas intenso y persistente), laxitud, somnolencia, mareo, frialdad,
nausea, vomito, palidez facial, disnea y cianosis. Los sintomas tardios
incluyen rubor facial, irritabilidad, dificultad para concentrarse, vertigo,
tinnitus, trastornos visuales y auditivos, anorexia, insomnio, aumento de la
disnea y debilidad con el esfuerzo, intensificacion de cefalea (por edema
cerebral), palpitaciones, taquicardia, respiracion de Cheyne-Stokes y perdida
de peso. Las manifestaciones mas graves incluyen edema cerebral y pulmonar
(HAPE y HACE; vease mas adelante).
El tratamiento
inicial incluye administracion de oxigeno e hiperventilacion periodica
voluntaria, que a menudo alivia los sintomas agudos. Si no es posible el
descenso inmediato, las camaras hiperbaricas portatiles alivian los sintomas.
La acetazolamida
(250 mg por via oral cada 8 a 12 h) es aun el farmaco mas eficaz para el
tratamiento del AMS y las variedades mas graves de las enfermedades de grandes
altitudes. La dexametasona (8 mg por via oral y luego 4 mg cada 6 h) es eficaz
para el tratamiento del AMS y el edema cerebral agudo. Ambos se recomiendan
mientras persistan los sintomas y se pueden combinar en los casos mas graves.
Por lo general, los sintomas desaparecen en un lapso de 24 a 48 h.
El tratamiento definitivo es el descenso
inmediato. El descenso es indispensable si los sintomas son persistentes,
graves o crecientes, o si existe HAPE o HACE. Parece que el HACE es una
extension de los sintomas de AMS en el sistema nervioso central y se debe al
edema cerebral de origen vascular y a la hipoxia celular cerebral. Por lo
general ocurre a alturas mayores de 2 500 m (8 250 pies) y es mas frecuente en
personas no aclimatadas. Las manifestaciones distintivas son alteracion de la
conciencia y marcha ataxica. Puede haber cefalea intensa, confusion, ataxia del
tronco, retencion o incontinencia urinaria, deficiencias focales, papiledema,
nausea, vomito y convulsiones; el cuadro puede progresar hasta obnubilacion y
coma.
El tratamiento
es el descenso inmediato de al menos 610 m (2 000 pies, que se continua hasta
que los sintomas mejoren. Debe administrarse oxigeno por mascarilla. Despues se
recomienda dexametasona, 4 a 8 mg cada 6 h por via oral.
Si el descenso
inmediato es imposible, debe usarse una camara hiperbarica portatil hasta que
mejoren los sintomas.
. Edema pulmonar
agudo de gral altitud El HAPE es una complicacion
grave de la hipertension pulmonar inducida por hipoxia. Es la principal causa
de muerte en la enfermedad por gran altitud. El signo principal es la
hipertension pulmonar seguida de edema. Por lo regular aparece a una altura
mayor de 3 000 m (9 840 pies). La gran altitud aumenta la presion arterial
pulmonar; disminuye la captacion y saturacion de oxigeno; y altera la cinetica
del oxigeno. Los primeros sintomas surgen entre 6 y 36 h despues de lograr esa
altura. Estos comprenden tos seca incesante, disnea desproporcionada al
ejercicio, cefalea, menor rendimiento en el ejercicio, fatiga, disnea de reposo
y opresion toracica. Cuando aparecen estos sintomas, el paciente debe descender
antes de empezar con un edema pulmonar incapacitante. Tambien debe evitarse el
ejercicio extenuante. Si se desciende de inmediato incluso 500 o 1 000 m, los
sintomas mejoran. Por el contrario, mas tarde
aparecen
sibilancias, ortopnea y hemoptisis cuando empeora el edema pulmonar. Los
hallazgos fisicos incluyen taquicardia, febricula, taquipnea, cianosis,
respiracion prolongada, y estertores gruesos y finos. Es posible que el
paciente este confuso o comatoso; el cuadro clinico se parece al de la neumonia
grave. El diagnostico es sobre todo clinico; las pruebas auxiliares son
inespecificas o inexistentes en el sitio. Por lo general, el tratamiento debe
iniciarse en el campo. La deteccion y atencion medica tempranas de los sintomas
pueden prevenir su progresion. El paciente debe descansar en posicion de
semi-Fowler (cabeza elevada) y se le debe administrar oxigeno al 100%. Es
indispensable el descenso inmediato (al menos 610 m [2 000 pies]). La
recompresion en una bolsa hiperbarica portatil disminuye los sintomas en forma
transitoria si el descenso rapido o inmediato es imposible. Para conservar el
oxigeno, pueden usarse velocidades de flujo (2 a 4 L/min) menores hasta que la
victima se recupere o pueda trasladarse a una altitud menor y la Sao2 sea ≥90%.
Algunos pacientes necesitan tratamiento para el ARDS (cap. 9). Tanto los
antagonistas de los conductos del calcio como los inhibidores selectivos de la
fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5) son eficaces para lograr el alivio sintomatico. Se
recomienda nifedipina, 10 mg iniciales seguidos de 30 mg en tabletas de
liberacion lenta cada 12 h. Si hay manifestaciones del sistema nervioso
central, se recomienda dexametasona, 4 mg cada 6 h. Tambien se ha demostrado
que mejora la capacidad para el ejercicio en adultos con vasoconstriccion
pulmonar por gran altitud. Debe administrarse acetazolamida, 250 mg cada 8 a 12
h, si se sospecha mal de montana agudo.
Mal de altura subagudo Ocurre con mayor frecuencia en personas no aclimatadas y a
altitudes mayores de 4 500 m (14 764 pies). Es probable que los sintomas
(disnea y tos) se deban a hipertension pulmonar hipoxica e insuficiencia
cardiaca congestiva secundaria. Se presentan problemas adicionales de
deshidratacion, sequedad de la piel y prurito. El tratamiento consiste en
reposo, administracion de oxigeno, diureticos y regreso a altitudes mas bajas. .
Mal de altura
crónico (enfermedad de Monge) Este trastorno
infrecuente se presenta en residentes de comunidades de gran altitud que
perdieron la aclimatacion a tal ambiente. Es dificil distinguir de la
enfermedad pulmonar cronica. Se caracteriza por somnolencia, depresion mental,
cianosis, dedos hipocraticos, hipoxia cronica, hemoglobina >22 g/100 ml y
policitemia (a menudo hematocrito >75%); asimismo, se observan signos de
insuficiencia ventricular derecha, evidencia electrocardiografica de desviacion
del eje a la derecha e hipertrofia ventricular y auricular derecha, signos
radiograficos de hipertrofia cardiaca derecha y prominencia de vasos pulmonares
centrales, y en algunos casos hipertension pulmonar. No hay pruebas
radiograficas de afectacion pulmonar estructural. Los estudios de funcion
pulmonar suelen mostrar hipoventilacion alveolar y Paco2 alta, pero no revelan
transporte deficiente de oxigeno. Esta disminuida la respuesta respiratoria al
CO2. Una vez que el paciente regresa al nivel del mar desaparecen casi por
completo todas las anomalias. Los tratamientos reco
mendados incluyen flebotomia, complementacion con oxigeno, entrenamiento
respiratorio, medroxiprogesterona (20 a 60 mg al dia por via oral durante 10
semanas), acetazolamida (250 mg al dia oral por tres semanas) y enalaprilo (5
mg por via oral al dia).
Prevención de
trastornos por gran altitud
Las medidas
preventivas incluyen educacion de los participantes, deteccion medica previa,
planificacion previa al viaje y acondicionamiento fisico optimo antes de la
travesia; reposo y sueno adecuado el dia previo al viaje; ingestion reducida de
alimentos; y omision de alcohol, tabaco y actividad fisica innecesaria durante
el viaje; ascenso lento para permitir la aclimatacion (300 m o 984 pies por
dia); y un periodo de reposo o inactividad de uno o dos dias despues de llegar
a grandes altitudes. Las excursiones de montanismo a ≥3 000 m (≥9 840 pies)
deben llevar suministro de oxigeno y equipo medico suficiente para varios dias.
Si no hay contraindicaciones, pueden prescribirse farmacos profilacticos. Esta
demostrado que la acetazolamida preventiva en dosis baja (p. ej., 250 a 500 mg
cada 12 h por via oral o 500 mg de liberacion extendida 1 a 2 veces al dia por
via oral) reduce la incidencia y gravedad de AMS cuando se inicia tres dias
antes del ascenso y se continua 48 a 72 h a gran altitud. Una alternativa es la
dexametasona, 4 mg cada 12 h por via oral desde el dia del ascenso, se continua
tres dias a gran altitud y luego se reduce en forma gradual durante cinco dias.
_
Cuándo
hospitalizar • Cualquier paciente con HAPE o
HACE se debe hospitalizar para su observacion ulterior. • Tambien se debe prever
la posibilidad de hospitalizar a cualquier sujeto que permanece sintomatico
despues del tratamiento y el descenso. Los sintomas pulmonares y la hipoxia
empeoran con las embolias pulmonares, la neumonia bacteriana o la bronquitis.
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